Los 8.000 millones se repartirán según la población, y los ayuntamientos tendrán hasta enero para presentar sus proyectos. Además, las obras deberán empezar antes del 13 de abril y emplear a trabajadores parados. Los proyectos no podrán trocear obras y tendrán un presupuesto máximo de cinco millones.
Inversiones multimillonarias y, sobre todo, rápidas. Ésas son las armas elegidas por el Gobierno en el último asalto para frenar la recesión. El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, recogió el guante lanzado por el G-20 al abrir ayer otro frente en la intervención pública. Zapatero anunció un crédito extraordinario de 11.000 millones para financiar inversiones. Y fijó el nuevo campo de batalla en los municipios que tendrán 8.000 millones para obra pública urgente.
El Gobierno confía en que las actuaciones financiadas por el plan anunciado ayer lleven a la creación de 300.000 empleos en 2009, de los que dos terceras partes corresponderían a contrataciones en nuevas obras. Las subvenciones a los ayuntamientos se llevan también el 73% del dinero.
La ejecutiva en pleno de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Se han reunido hoy con Zapatero y le han formulado una demanda común, que se resumen en cinco puntos:
-Autorización del Gobierno para poder endeudarse y cerrar los ejercicios con déficit mientras dure la crisis, como hacen el Ejecutivo y las comunidades autónomas. Cifran esa deuda en un máximo del 0,5% del PIB, lo que supondría unos 5.500 millones de euros que prestarían los bancos al conjunto de los ayuntamientos. En la actualidad, si un municipio se endeuda -como hicieron por ejemplo, hasta las cejas, Madrid y Zaragoza- tiene que pedir permiso expreso al Gobierno y elaborar un Plan Económico-Financiero explicando cómo va a retornar en tres años al equilibrio presupuestario.
-Autorización del Gobierno para poder endeudarse y cerrar los ejercicios con déficit mientras dure la crisis, como hacen el Ejecutivo y las comunidades autónomas. Cifran esa deuda en un máximo del 0,5% del PIB, lo que supondría unos 5.500 millones de euros que prestarían los bancos al conjunto de los ayuntamientos. En la actualidad, si un municipio se endeuda -como hicieron por ejemplo, hasta las cejas, Madrid y Zaragoza- tiene que pedir permiso expreso al Gobierno y elaborar un Plan Económico-Financiero explicando cómo va a retornar en tres años al equilibrio presupuestario.
-Fondo de 80 millones para repartir entre los ayuntamientos de menos de 75.000 habitantes: el 99% de los 8.000 que hay en España.
-Aumentar la "entrega a cuenta" que el Gobierno adelanta a los ayuntamientos de la recaudación del año. Ahora les da el 95% de lo que prevé recaudar, y la FEMP pide que se eleve al 98% para igualarse con las comunidades autónomas. Si el Gobierno lo aceptara, este cambio supondría 450 millones en 2009.
- Garantizar el cobro del "anticipo", otro adelanto de lo recaudado que ahora se paga sólo si el Gobierno lo ve conveniente. Otros 450 millones en 2009. Tan improbable conseguirlo como el punto anterior, al menos en estos años de crisis, según admiten fuentes de la FEMP.
-Modificación del impuesto de plusvalía -el que grava la compra-venta de una casa o un terreno- para que los ayuntamientos lo cobren en función del valor de mercado (actual) del suelo, no de su valor catastral (siempre obsoleto).