martes, 18 de noviembre de 2008

Entre “Barrancos Encajados”

El domingo 9 de noviembre el grupo de senderismo “Jahuarzo Moruno” nos desplazamos al corazón de la Sierra de Aracena para realizar la ruta denominada “Barrancos Encajados”.

Llegamos a Cortelazor sobre las 08:30 de la mañana, y una vez que nos dimos un paseo por este bonito pueblo emprendimos el camino con dirección a Corterrangel.

El camino es empedrado y bastante escalonado, pero con unas vistas maravillosas. Entre paredes seguimos subiendo por este singular sendero, para luego realizar una fuerte bajada en zig-zag hasta un arroyo. El lugar es precioso, ya que el arroyo llevaba un buen caudal de agua y para cruzarlo había que tomar un viejo puente muy bien conservado.

El camino sigue entre olivos, higueras y alcornoques, pero lo que más nos llamó la atención fue una gran encina con una cruz grabada en su tronco. La historia cuenta que junto a esta encina fue devorado un muchacho por una manada de lobos y en su memoria grabaron esta cruz.








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Después de andar unos kilómetros nos encontramos con una de las aldeas más bonitas que, a mi parecer, hay en la sierra. Corterrangel es pequeña, tranquila, con calles muy estrechas y empinadas, que tienen que ser suavizadas con escalones. Una preciosidad de aldea con unos vecinos amables y simpáticos.

Salimos de la aldea y nos dirigimos dirección a El Castañuelo. En el camino nos desviamos un poco par ir a ver una sierra que nos llamó la atención kilómetros antes. Después de llegar nos dimos cuenta que no habíamos perdido el tiempo, a nuestra vista teníamos la “Sierra del Cuchillar”, ya que está compuesta de grandes lajas verticales en forma de cuchillo.








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Al llegar a la aldea de El Castañuelo nos tomamos un merecido descanso, para posteriormente dar una vuelta por la pedanía. Sus calles son estrechas, muy bien cuidadas y limpias; Pero llama la atención el arroyo que pasa por la misma aldea con unos saltos de agua preciosos. Visto todo y recreándonos bien, emprendimos el camino de vuelta para llegar a Cortelazor sobre las tres de la tarde, pero para comer nos paramos junto a una bonita rivera.








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Otra ruta más a nuestras espaldas y llena de buenas sensaciones que dejaron muy satisfecho al grupo. Hasta la próxima…

Epi