Las V Jornadas Técnicas Mineras organizadas por la FIA-UGT de Huelva celebradas el pasado lunes en Minas de Riotinto no pudieron ser más oportunas, porque pusieron de manifiesto la necesidad imperiosa que tienen las zonas mineras deprimidas de reabrir sus centros de extracción cerrados en 2002 cuando la cotización del cobre registraba su mínimo histórico.
Entonces, la clausura de los centros mineros onubenses, entre los que se encontraba Riotinto, como una de las explotaciones más importantes a nivel internacional, sumergía a las comarcas mineras de la provincia en una profunda depresión que parece haberse enquistado a pesar de los esfuerzos de las administraciones por diversificar la economía de las zonas afectadas.
Ahora, seis años después, son precisamente esos mismos centros mineros los que pueden hacer resurgir la zona amortiguando el golpe que la crisis internacional está provocando en unas comarcas ya críticas de por sí, con varios conflictos laborales que hacen el ambiente cada vez más enrarecido, un desempleo galopante y una población envejecida, fruto de la estampida de los más jóvenes en busca de un mejor provenir lejos de su tierra.