La trágica muerte del jugador de la Olímpica ‘Guti’ el pasado domingo en Valverde del Camino podría volver a ocurrir en cualquier estadio de fútbol provincial. Ninguno de los campos de la geografía onubense está capacitado para hacer frente a una situación como ésa.
Lo cierto es que ninguna normativa exige la obligación de tener un desfibrilador (Aparato mediante un choque eléctrico de corriente continua consigue revertir distintos trastornos del ritmo cardíaco) en el campo además de asistencia médica presente durante el evento deportivo.
Varios de los presidentes de los clubes más emblemáticos de la provincial fueron cuestionados por los servicios mínimos que un equipo en Tercera, Andaluza o Preferente tiene en su estadio y los resultados provocan incertidumbre. Ninguna de las instalaciones deportivas tiene un desfibrilador ni mucho menos un médico en cada instalación.
Los clubes de Huelva no pueden plantearse si quiera la posibilidad de adquirir un DEA (Desfibriliador Externo Automático) ya que económicamente es inviable. Ante esta situación, sólo las instituciones pueden plantearse la posibilidad de adquirir este tipo de instrumental médico para colocarlos en sus instalaciones deportivas. La propia Federación Onubense de Fútbol, según palabras de su máximo representante, Félix Pérez "intentará que los ayuntamientos puedan adquirir estos aparatos con la posibilidad de poder hacer pagos aplazados". Ésa es la única fórmula de intentar evitar en la medida de lo posible casos como el del jugador de la Olímpica.
La mayor parte de los presidentes que dirigen equipos del fútbol provincial onubense coinciden en la precariedad de sus instalaciones y en que sólo un milagro evitaría una situación similar en el caso de producirse. Ningún club tiene médico propio a excepción del Cortegana pero por el hecho de que su presidente desarrolla dicha profesión durante la semana.