Un nutrido grupo de senderistas han participado en la mañana de hoy de la “Ruta de los Molinos”, organizada por el Área de Deportes del Ayuntamiento de Zalamea la Real. La lluvia proveyó un alto y la expedición pudo disfrutar de una bonita jornada campestre_ 12 kilometros para finalizar en Sotiel Coronada.El día amaneció bajo un manto de niebla propiciado por los últimos chubascos caídos sobre nuestros campos. El otoño, lluvioso y húmedo, deja paso a la estación invernal para que el paisaje se vuelva más sobrio. Los matices ocres de la arboleda junto con la gama cromática del río dibujan una pintura idílica para disfrutar de un paseo junto al curso del Odiel.
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La expedición estaba citada esta mañana con la fresca para partir en autocar al Puente de Calañas, desde allí los senderistas tomaron el curso del río para descender junto a la corriente y emprender una de las rutas más fantásticas que tenemos en el entorno. Construcciones antiguas y de gran valor histórico serpentean el paisaje, para reflejar la unión que durante distintos períodos han mantenido el río y las personas. Un ejercicio sano y jovial que no debe estar reñido con la cultura, ya que por estos senderos han pasado muchos pueblos y civilizaciones dejando su legado.A lo largo de todo el camino entre arboleda, en su mayoría, de eucaliptos y pinos; el grupo fue siguiendo el accidentado curso de meandros que caracterizan este tramo del río.
A poco más de 1 Km. aparece el primer molino romano, y así hasta llegar al final del trayecto, todo tipo de construcciones antiguas; molinos, puentes, acueductos, y minas, unas a cielo abierto y otras escavadas en la roca formando grutas. Siguiendo el trayecto, se pueden apreciar restos muy visibles de vías romanas y conducciones de agua de la misma civilización. Otra de las construcciones más significativas que se encuentran en esta ruta, son las conocidas “Teleras”, que servían para quemar el mineral. Estas construcciones están muy bien conservadas y se encuentran en un descampado amplio y limpio de maleza.
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Tras una parada en el camino para avituallarse, los senderistas llegaron a Sotiel donde esperaba el autocar para traerlos de vuelta. Antes, la Concejalía repartió unos bocadillos con refrescos a todas las personas inscritas, que anteriormente habían recibido un gorro de lana y un calienta-cuello para combatir las gélidas temperaturas.
