martes, 27 de octubre de 2009

Qué culpa tiene el tomate….

Estoy seguro que os preguntareis que a qué viene esto del tomate. Voy a aclararlo: Por si no lo habéis visto, y pasáis por allí, fijaos cómo han dejado el remate de la pirámide que cubre el Santo Sepulcro. Pues bien, qué culpa tuvo el pobre de estar allí para como dice la copla del tomate…. y viene un hijo… de su madre y… ¿Qué no conocéis esas estrofas? ¡Hombre!, pues dicen así; qué culpa tiene el tomate// que está tranquilo en su mata// y viene un hijo… de…// y lo mete en una lata. Eso es lo que ha ocurrido con ese adorno que remataría lo que se llama linterna en otras edificaciones, y que estoy seguro tendrá su nombre, pero yo no lo conozco, en la ermita del Sepulcro.

Habrá quien culpe a la juventud de ese desmán cobarde, ¡es que están desmadrados, no le tienen respeto a nadie, van avasallando…! bueeeeno…, pararos a pensar un poco con tranquilidad. Si ha tirado con una honda, ha tenido mucha puntería, ya que con la mano ha de tener mucha fuerza para llegar allí y romper una cerámica con un grosor de varios centímetros, porque he recogido un trozo de lo que era la panza y la voy a enseñar, así que por mi parte voy a descartar a la juventud, en general; para mí eso ha sido un tiro, ¿de quién? ¡ah! Ya eso es otro cantar. Más bien viene a ser que alguien no ha podido buscar con quien pagar su enfado porque a lo mejor su suegra lo ha echado de casa, o no ha tenido los suficientes… voy a poner RAZONES, (aunque no haya concordancia) para razonar algún enfado de esos pasajeros que se organizan en casi todas la casas. Ha cogido el rifle y… ¡pum!… a ti que estabas tranquilo en…, no tu mata sino en tu tejado, desde que aquel que no era Zalameño, como estoy seguro no lo es quien ha hecho esto, o no están aquí sus raíces, y por ello no respeta a ese pueblo que en momentos no muy dulce, para sus antepasados, les acogió y les dio cobijo, mandó a sus alarifes, hace ya siglos, lo colocara para rematar la obra.

Decía MICHAEL NOVAK que: “Las tradiciones viven gracias a los jóvenes que captan su encanto y les dan nuevo esplendor”. A pesar de ello, vuelven a arremeter contra los jóvenes, por el hecho. Si es así, lo que dudo, es un cobarde, y estaba acompañado por otros que le jalearían para llevar a efecto su HOMBRÍA. Pero fijaros que estos “VALIENTES” siempre se apoyan en los que están a su alrededor. Observad cómo cuando un “valiente” de estos va a decirle algo grosero a alguien, mujer u hombre, se apoya en los hombros de alguno de sus acompañantes, SOLO no lo haría porque no tendría esos testigos que darían fe de su gesta, eso en Sicología tiene su nombre, yo le llamo valor de manada. Creo que a este tipo de muchacho que realiza actos como el del sepulcro, y se dice que tiene trastornos conductuales, los Orientadores y Sicólogos de los Institutos, ¡donde los haya,… que ese es otro cantar!, al detectarlos, podrían hacerle un seguimiento para corregir su conducta. ¡Bueno, faltaría que contara con la aquiescencia de sus progenitores, cosa que pongo en cuarentena! JESSE JACKSON decía que: “Un sistema escolar que no tenga a los padres como cimiento es igual a una cubeta con un agujero en el fondo”. Yo sigo diciendo que porque una manada de ovejas tenga algunas negras ésta nunca será una manada de ovejas negras. Hay una gran parte de la juventud que aun es posible que se confíe en ella. Habrá que buscar unos buenos “rabadanes”, y orillar a los que no sirven para ello. ¡¡¡Con lo que la Administración se “moja” bastante hacen ahora con… salir indemnes cada día de la jornada!!! ¿NO? Vuelvo a decir que no toda la culpa es de la juventud, y me gustaría algún día poderlo demostrar.

Pastor. Octubre del 2009