martes, 6 de octubre de 2009

Historias de El Villar (el séptimo mandamiento)

Por desgracia nos demuestra la historia que hasta los que se suben en el Púlpito para darnos lecciones de ética y moral, también ellos vulneran el Séptimo Mandamiento de la Ley de Dios.

Contaban los antiguos, que allá a primeros del siglo XX, se formó un gran tumulto en El Villar entre el vecindario y el Cura Párroco de la Aldea Don Isidoro Hernández. Resulta que debido al mal estado que se encontraba el edificio parroquial, los vecinos solicitaron del Arzobispado de Sevilla la autorización y el auxilio económico para realizar una obra que no daba ya para más demora. Alguna partida aportó el Ayuntamiento junto con donativos de los fieles.

A esta partida se le sumó los recaudos de la venta de los terrenos de la antigua Ermita de Santa Marina y de Aguas Santas, que al quedar este viejo Templo fuera de culto, fue sacado a subasta pública y adjudicado al ciudadano villarejo Manuel Barrera Rabadán por la cantidad de 290 pesetas.

El techo del Templo se encontraba en un estado a punto de desplomarse. El Arzobispado aportó 500 pesetas y el Cura se apropió de buena parte del presupuesto. Los villarejos que seguían el ritmo de la obra, no estaban conforme con las cuentas que el Cura Párroco presentaba y descubrieron el engaño a que les habían sometido, montados en cólera y armaron una gresca monumental, reclamaron la terminación de la obra o la devolución de 305 pesetas. El Cura tuvo que marcharse precipitadamente de la Aldea y la Vicaría mandó de sustituto a Don Miguel Borrero.

(Literalmente dice así el documento)

Exmo Sr Arzobispo de Sevilla

Exmo Sr:


Las obras de restauración de la Iglesia Parroquial de esta Aldea término de Zalamea la Real, verificadas con el dinero donado por V. E. con el resultado de la suscripción abierta entre estos vecinos y con el mas importante auxilio del Ayuntamiento, están a punto de terminarse cuando ya están agotados todos los recursos para concluirla. Por esta razón los que suscriben, vecinos de ésta Aldea, se dirigen de nuevo á V. E. en demanda de auxilio para la terminación de las obras, y como temen que el tesoro del Arzobispado no pueda sudvenir á esta petición, respetuosamente le manifiestan que según noticias de buen conducto, el que fue nuestro Cura Párroco Don Isidoro Hernández recibió de V. E. para este fin 500 pesetas, de las cuales no ha tenido debida aplicación más que 195, merced a la gestiones de Don Miguel Borrero, su sucesor en este Curato. Quedan, pues, en poder de Don Isidoro Hernández 305 pesetas, cantidad suficiente para el remate de la restauración de esta Iglesia. Hacemos esta indicación á V. E. con el doble deseo de no gravar mas los intereses del Arzobispado y de que al fin quede terminada la Iglesia Parroquial del Villar. Y últimamente le suplicamos que por ese ó por otro medio procure recursos para esta Iglesia con lo que hará una obra de caridad cristiana que guardarán siempre en su corazón estos Católicos Aldeanos.


El Villar a nueve de Septiembre de 1.910


Firman la queja 32 vecinos de El Villar


Juan Sixto Martínez, Eusebio González Delgado, Gregorio Peña Ramos, Juan José González Gil, Domingo García Delgado, Julián Delgado, Gregorio Peña Menor, Pascual Ramos, Juan Pio Gil Gómez, Cornelio Barrera, Justo Peña Ramos, José Castilla García, Rafael Gil, Remigio Gil, Daniel Rabadán, Domingo Gil Delgado, José Gil, José Domingo González, Miguel Castilla, Lazaro Rabadán, Sotero Delgado, Juan José Castilla, Manuel Gómez, Domingo Rabadán Gil, Manuel Ramos Delgado, Roque González Ramos, Manuel González, Onofre González, José María Delgado , José Gil Castilla, José Rodríguez García, Francisco Calvo Delgado.


Huelva 2.006, Historias de El Villar

Emilio Gómez Calvo