lunes, 16 de octubre de 2006

Romance en otoño

Si un pintor tuviera que elegir crear el cuadro que mejor representa el amor, seguro que no optaría por una acuarela de recién casados, sino por óleo espeso de un hombre y una mujer mayores abrazados y felices.
La mayoría de las relaciones surgen en épocas vivas y esplendorosas, donde bullen un sinfín de sensaciones que hacen alterar los sentimientos y favorece al contacto y al deseo. Pero estos amores son, en su mayoría, intensos pero a la vez pasajeros y efímeros. Si la primavera es la época más hermosa para enamorarse, el otoño es preciso para alcanzar el fin deseado. En otoño hay una melancolía que responde a esa sensación de desaliento que nos envuelve cuando pensamos en la satisfacción de nuestros deseos.
Nuestra relación con ustedes partió en plena estación otoñal, quisimos establecer una complicidad amistosa, propia de unos amigos que se están conociendo. Con cierta timidez nos fuimos acercando, compartiendo vivencias y experiencias, para hacer, con el tiempo, de Vuestras confesiones nuestra confidencialidad y punto de unión en nuestro caminar juntos en estas adormecidas tardes de otoño.
El 16 de octubre celebramos nuestro primer aniversario. Después de un año nuestra relación se ha consolidado. Desde el principio nos despojamos de ornamentos y viejos prejuicios, para no caer en ambigüedades que podían dañar nuestro romance, mostrándonos como somos, sin tapujos; nuestras virtudes y defectos tenían que exteriorizarse para hacer de nuestra dependencia un compromiso serio y duradero.
Después de un año y un cúmulo de vivencias en nuestro recuerdo, seguimos con más ganas que nunca, haciendo de nuestra aventura otoñal un idilio consolidado y fuerte. Teniendo siempre como principal objetivo el afecto y el respeto, condimentos básicos en una buena relación…….

Gracias por seguir confiando en nosotros…