Son las 7 de la tarde, hora prevista para el inicio de la función. En los aledaños de la Piscina Municipal se levanta la estructura circense. Venidos de Portugal, y en ruta por algunos de los municipios onubenses, y con la dirección fijada en Extremadura, este fin de semana el circo Alexis Cardinali , hace una parada en nuestro pueblo. La visión romántica, nostálgica y mágica propia de este espectáculo, aunque en ocasiones devaluada, parece que no ha convencido a los habitantes de nuestra localidad. Pequeños grupos de padres e hijos aparecen disgregados por el llano que antecede a la entrada. La taquilla, a pesar de la hora, todavía no se encuentra abierta. La representación de la función deriva en las aguas de la incertidumbre. A pesar de ello, sus integrantes ultiman los preparativos de la actuación. Alexis Cardinali, propietario del Circo, nos recibe amablemente y esperando la llegada de más espectadores, para no suspender la función, charla distendidamente con nosotros. Mientras tanto, los niños presentes se aglutinan en las inmediaciones de la zona a pesar de la soledad del llano. Es la segunda función del fin de semana. Alexis, nos cuenta los pormenores de este mundo. Nos cuenta que viene de Valverde, donde la representación se le ha dado bastante bien, tanto a nivel de espectadores, como de los números representados. Con cierta desazón nos comenta que el balance que puede hacer de Zalamea, aún todavía sin completar la función de hoy, es desalentador…”Hace cuestión de 8 años, ya visitamos este pueblo. Nuestras instalaciones en esta ocasión, se situaron en Las Crucecitas. La asistencia, aunque también con poco público, había respondido más a las expectativas. Sin embargo, este año la gente de Zalamea no nos ha acompañado….”
En la función de ayer, cerca de una treintena de zalameños decidieron dedicar la tarde al espectáculo del circo. Las gradas semivacias, asistieron a la función de casi dos horas. Trapecistas, equilibristas, payasos y animales adiestrados entretuvieron a la minoría que decidió acercarse a las instalaciones. Pasan 10 minutos de las 19:00 horas y Alexis sigue hablando con nosotros, mientras que alguna familia más hace acto de presencia . De momento no hay prisas. La función parece abocada a la suspensión…
Proveniente de una familia portuguesa del mundo del circo, este empresario nos comenta que desde hace cinco generaciones su familia se dedica a este mundo. Nos habla de actuaciones realizadas de niño en el Circo de Ángel Cristo. Todavía con cierta nostalgia recuerda las colas abarrotadas de entonces, e incluso las más cercanas que se produjeron la semana pasada en Valverde. Al hacer mención a Zalamea, su gesto cambia. Le comentamos, no obstante, que no se puede comparar ambos municipios, con distintas poblaciones y nos pone el ejemplo de Beas, con menor población, donde se consiguió una buena entrada. La gente, con retraso, sigue llegando. Mientras tanto, Alexis, mira a la entrada. Parece que ha tomado la decisión de realizar el espectáculo a pesar de la poca asistencia. Tomando la dirección de la carpa, para cambiarse de vestuario, nos dedica las últimas palabras, a medida que emprende el camino…”posiblemente sea la última vez que venga a Zalamea, dado los resultados…” , “…estamos en una sociedad en la que la gente tiene de todo: videojuegos , espectáculos por la tele, entretenimientos varios…. Para muchos se ha perdido la magia del circo. Pero no echo del todo la culpa al pueblo. Posiblemente en otras ocasiones hayan llegado a Zalamea otros espectáculos que bajo la denominación de circo, hayan desmerecido este mundo, por lo que es normal, que si han asistido a ellos y no le han gustado, no quieran volver a repetir esta experiencia. Una pena…”
Camino de la entrada, nos emplaza para la próxima función en Riotinto, donde espera que se le de mejor la cosa, a pesar de como dice él, la crisis minera pueda estar influyendo en estos espectáculos itinerantes. “...Definitivamente Zalamea no es un pueblo circense”
En la función de ayer, cerca de una treintena de zalameños decidieron dedicar la tarde al espectáculo del circo. Las gradas semivacias, asistieron a la función de casi dos horas. Trapecistas, equilibristas, payasos y animales adiestrados entretuvieron a la minoría que decidió acercarse a las instalaciones. Pasan 10 minutos de las 19:00 horas y Alexis sigue hablando con nosotros, mientras que alguna familia más hace acto de presencia . De momento no hay prisas. La función parece abocada a la suspensión…
Proveniente de una familia portuguesa del mundo del circo, este empresario nos comenta que desde hace cinco generaciones su familia se dedica a este mundo. Nos habla de actuaciones realizadas de niño en el Circo de Ángel Cristo. Todavía con cierta nostalgia recuerda las colas abarrotadas de entonces, e incluso las más cercanas que se produjeron la semana pasada en Valverde. Al hacer mención a Zalamea, su gesto cambia. Le comentamos, no obstante, que no se puede comparar ambos municipios, con distintas poblaciones y nos pone el ejemplo de Beas, con menor población, donde se consiguió una buena entrada. La gente, con retraso, sigue llegando. Mientras tanto, Alexis, mira a la entrada. Parece que ha tomado la decisión de realizar el espectáculo a pesar de la poca asistencia. Tomando la dirección de la carpa, para cambiarse de vestuario, nos dedica las últimas palabras, a medida que emprende el camino…”posiblemente sea la última vez que venga a Zalamea, dado los resultados…” , “…estamos en una sociedad en la que la gente tiene de todo: videojuegos , espectáculos por la tele, entretenimientos varios…. Para muchos se ha perdido la magia del circo. Pero no echo del todo la culpa al pueblo. Posiblemente en otras ocasiones hayan llegado a Zalamea otros espectáculos que bajo la denominación de circo, hayan desmerecido este mundo, por lo que es normal, que si han asistido a ellos y no le han gustado, no quieran volver a repetir esta experiencia. Una pena…”
Camino de la entrada, nos emplaza para la próxima función en Riotinto, donde espera que se le de mejor la cosa, a pesar de como dice él, la crisis minera pueda estar influyendo en estos espectáculos itinerantes. “...Definitivamente Zalamea no es un pueblo circense”