¿Qué es el Plan Bolonia? En los últimos meses, los telediarios y noticiarios vienen presentando las protestas de numerosos grupos de estudiantes universitarios ante la última reforma educativa impuesta por los sucesivos gobiernos de P.P y P.S.O.E., la cual es llamada PLAN BOLONIA.
El origen de este Plan Bolonia está en el Acuerdo General de Comercio y Servicios, firmado por la OMC en 1995, donde 151 Estados acuerdan “liberalizar el comercio de servicio”, ya que “la financiación pública es un elemento de distorsión de los mercados”.
Después de varias reuniones, los ministros de educación europeos se citan en Bolonia (Italia) en 1999, emitiendo la declaración que recibió el nombre de dicha ciudad. En ella, se habla de transformar radicalmente la educación universitaria a nivel europeo. Esta declaración de Bolonia supone lo que podemos calificar como la más grave agresión del neoliberalismo contra la enseñanza pública.
A partir de aquí, se inicia un proceso que en el Estado español se ejecuta a través de leyes y decretos. La odiada LOU de Aznar (la misma que Zapatero, desde la oposición, prometió derogar, mintiendo a todo el país) fue la estructura, que los sucesivos Reales Decretos del PP y del PSOE han ido llenando de contenido.
El Plan Bolonia dice textualmente que “se trata de diseñar los perfiles profesionales y académicos en función de la demanda del mercado, y así lograr un amplio reconocimiento por parte de empresas e instituciones no académicas”. Es decir, ella misma reconoce que se vende la universidad pública al neoliberalismo, a la patronal. Como se produce esto:
Por un lado, la universidad se pone al servicio exclusivo de los intereses de las empresas privadas, ignorando la formación crítica y autónoma de los alumnos, convirtiendo a la universidad en una fábrica de mano de obra, barata, precaria para las empresas. Las empresas financian a las universidades y ya sabemos, quien paga manda.
Por otro lado, se acentúan cada vez más las diferencias socio – económicas de la población, en lo referente al acceso y estudio en la educación universitaria. Con el Plan Bolonia la formación se divide en dos ciclos diferentes: el grado y el postgrado. El Real Decreto 13/2007 (con gobierno de PSOE) anunció que en el año 2010 se suprimirán definitivamente las Licenciaturas y las Diplomaturas, creándose los Grados y Postgrados. El grado se define como la “formación general orientada al ejercicio de actividades de carácter profesional”. Es decir, el grado será una FP especial. El postgrado será la especialización, dividiéndose entre Master y Doctorado, con precios prohibitivos (mínimo 3500 €). Los jóvenes tardarán aun más en independizarse.
Así pues, la escuela y la universidad pública, se dirigen a una inminente e imparable elitización y mercantilización. Se hacen escuelas y universidades de primer y segundo grado, en función del tipo de alumnos más o menos pudientes, donde lo importante no es lo que sepan, si no lo productivo económicamente resulten al mercado y las empresas. Se deja de ser persona para pasar a ser elementos meramente productivos que generan dinero y a la vez consumen en el ciclo productivo neoliberal que se retroalimenta, al menos hasta que llegue una nueva crisis.
El Estado siempre ha renunciado y renuncia a la enseñanza del pueblo, a favor de otras cuestiones, por aquello de que conviene más un pueblo ignorante que obedezca sin rechistar. Se pierde y fomenta la perdida de la capacidad crítica, reflexiva y la memoria histórica, a favor de lo que más convenga a los bolsillos de unos pocos que son los que siempre se benefician de este tipo de reformas antieducativas y totalmente antipopulares. Si ya la educación también va a dejar de ser pública, solo falta que caiga también la sanidad y estaremos en un modelo neoliberal al más puro estilo estadounidense.
Si todos tomamos conciencia sobre el proceso de privatización generalizado que vive nuestro país, estaremos en disposición de plantarnos ante el gobierno, ya sea de derechas como el PP o de derechas como el PSOE. No podemos olvidar que si el pueblo no está conforme y se levanta en protesta el gobierno no puede hacer lo que quiera.
Asamblea Local de Izquierda Unida de Zalamea la Real.
En defensa de los servicios públicos.
El origen de este Plan Bolonia está en el Acuerdo General de Comercio y Servicios, firmado por la OMC en 1995, donde 151 Estados acuerdan “liberalizar el comercio de servicio”, ya que “la financiación pública es un elemento de distorsión de los mercados”.
Después de varias reuniones, los ministros de educación europeos se citan en Bolonia (Italia) en 1999, emitiendo la declaración que recibió el nombre de dicha ciudad. En ella, se habla de transformar radicalmente la educación universitaria a nivel europeo. Esta declaración de Bolonia supone lo que podemos calificar como la más grave agresión del neoliberalismo contra la enseñanza pública.
A partir de aquí, se inicia un proceso que en el Estado español se ejecuta a través de leyes y decretos. La odiada LOU de Aznar (la misma que Zapatero, desde la oposición, prometió derogar, mintiendo a todo el país) fue la estructura, que los sucesivos Reales Decretos del PP y del PSOE han ido llenando de contenido.
El Plan Bolonia dice textualmente que “se trata de diseñar los perfiles profesionales y académicos en función de la demanda del mercado, y así lograr un amplio reconocimiento por parte de empresas e instituciones no académicas”. Es decir, ella misma reconoce que se vende la universidad pública al neoliberalismo, a la patronal. Como se produce esto:
Por un lado, la universidad se pone al servicio exclusivo de los intereses de las empresas privadas, ignorando la formación crítica y autónoma de los alumnos, convirtiendo a la universidad en una fábrica de mano de obra, barata, precaria para las empresas. Las empresas financian a las universidades y ya sabemos, quien paga manda.
Por otro lado, se acentúan cada vez más las diferencias socio – económicas de la población, en lo referente al acceso y estudio en la educación universitaria. Con el Plan Bolonia la formación se divide en dos ciclos diferentes: el grado y el postgrado. El Real Decreto 13/2007 (con gobierno de PSOE) anunció que en el año 2010 se suprimirán definitivamente las Licenciaturas y las Diplomaturas, creándose los Grados y Postgrados. El grado se define como la “formación general orientada al ejercicio de actividades de carácter profesional”. Es decir, el grado será una FP especial. El postgrado será la especialización, dividiéndose entre Master y Doctorado, con precios prohibitivos (mínimo 3500 €). Los jóvenes tardarán aun más en independizarse.
Así pues, la escuela y la universidad pública, se dirigen a una inminente e imparable elitización y mercantilización. Se hacen escuelas y universidades de primer y segundo grado, en función del tipo de alumnos más o menos pudientes, donde lo importante no es lo que sepan, si no lo productivo económicamente resulten al mercado y las empresas. Se deja de ser persona para pasar a ser elementos meramente productivos que generan dinero y a la vez consumen en el ciclo productivo neoliberal que se retroalimenta, al menos hasta que llegue una nueva crisis.
El Estado siempre ha renunciado y renuncia a la enseñanza del pueblo, a favor de otras cuestiones, por aquello de que conviene más un pueblo ignorante que obedezca sin rechistar. Se pierde y fomenta la perdida de la capacidad crítica, reflexiva y la memoria histórica, a favor de lo que más convenga a los bolsillos de unos pocos que son los que siempre se benefician de este tipo de reformas antieducativas y totalmente antipopulares. Si ya la educación también va a dejar de ser pública, solo falta que caiga también la sanidad y estaremos en un modelo neoliberal al más puro estilo estadounidense.
Si todos tomamos conciencia sobre el proceso de privatización generalizado que vive nuestro país, estaremos en disposición de plantarnos ante el gobierno, ya sea de derechas como el PP o de derechas como el PSOE. No podemos olvidar que si el pueblo no está conforme y se levanta en protesta el gobierno no puede hacer lo que quiera.
Asamblea Local de Izquierda Unida de Zalamea la Real.
En defensa de los servicios públicos.
