El Rey Melchor se pasó por la Guardería Municipal para visitar a los niños que lo esperaban con gran entusiasmo. Desde muy temprano, las cuidadoras y las madres habían estado acondicionando el lugar para celebrar el acontecimiento del día. Adornos y pasteles hacían las delicias de los niños, que se quedaron bastante sorprendidos cuando vieron aparecer a S. Majestad de Oriente, entrando con toda magnificencia en el aula docente. Con toda la bondad del mundo fue atendiendo a todas las peticiones que los niños, uno por uno, le fueron formulando. Y con una majestuosa paciencia aceptó ser fotografiado por los padres que se encontraban en el lugar recogiendo tan especial encuentro.