Colgados de los balcones y con una actitud estoica, una serie de formas rojas y peludas han aparecido estas fiestas de forma más apreciable que en años anteriores sobre las fachadas de algunos hogares zalameños. Conocidos entre la gente joven, como "Los Colgaos", ni el frío ni la intemperie han conseguido derrumbar la moral de estos visitantes navideños. Siguiendo la tradición que se está llevando a cabo desde hace tiempo en algunos municipios andaluces, estos muñecos nos han ido recordando día a día al pasear por nuestro pueblo, las fechas especiales en las que nos encontrábamos. A día de hoy, su desaparición es un hecho, aunque se sospecha que las Navidades próximas regresarán en mayor número.