La primera referencia que se tiene de la Ermita de Santa Marina es en el Libro de Reglas de la Hermandad de San Vicente Mártir del año 1.425. Por lo tanto cuando se fundó esta Cofradía ya existía ésta Ermita. El apartado ocho del capitulo primero, señala que Bartolomé Domínguez, pastor de ureña, donó dos calderas para comida que cada año se ofrecía en la fiesta de San Vicente; éstas habrían de prestarse a las ermitas Ntra. Sra. de Coronada y Santa María de España, ambas en el termino de Calañas, pagando el porte de traerlas y llevarlas, además de 6 reales de limosna. De igual modo, se ofrecían a Santa María de Ureña (actualmente San Blas) y Santa Marina (ermita extramuros) desaparecida próxima a la Aldea de El Villar, costeando éstas dos últimas tan solo su porte. Se deduce por tanto, a través de éste viejo documento, que éstas ermitas se construyeron poco después de la conquista de Niebla, para asistir espiritualmente a las oleadas repobladoras que en esos primeros momentos se irradiaban por los parajes de la actual Provincia de Huelva.
Blas Cordero en 1744 Notario Apostólico, inspecciono la ermita de Santa Marina (extramuros de la Aldea de El Villar) la cual contaba con un capital en tierras, cabras y colmenas. Además, buenos ajuares litúrgicos, habiéndose comprado un retablo hacía escasos años por un valor de 1.100 reales de vellón. Gran devoción sentía la Aldea de El Villar por Santa Marina; su patrimonio era parejo en importancia al de San Vicente Mártir. Desde un punto de vista antropológico merece destacarse la festividad que tenía lugar en pascua del Espíritu Santo y que consistía en amarrar una vaca, jugando con ella, probablemente atada por los cuernos a un poste. Así mismo se menciona la compra de un toro en la festividad para ayudar a la venta de caballaje. Deducimos por tanto, que en la celebración de Santa Marina tenía lugar una pequeña feria de ganado, y no es de extrañar por encontrarse en un lugar estratégico, próxima al camino real que une la Campiña del Condado con Extremadura.
Hubo períodos que tenía asignado un ermitaño; desconociéndose donde habitaba. Para ejercer dicho cargo, el Arzobispado lo sacaba a concurso oposición, y además los candidatos debían de acreditar cierta solvencia y previos los informes del vicariato.
La Ermita tenía una renta anual y provisión de arriendos de tierras, colmenas, cabras y limosnas de los hermanos.- Se sabe que en ocasiones llegó a disponer de buenos recursos; siempre que era administrada por el ermitaño.- También sufrió largos períodos de decadencia y abandono.
BALANCE DE CUENTAS ENTRE LOS AÑOS 1.740-1.744
Ingresos.- 1.426-1/2
Gastos.- 1.632-
Balance.- - 205-1/2
En su interior disponía de un altar mayor con retablo y en el exterior, en la fachada principal tenía un pequeño campanario con una campana.
La Ermita de Santa Marina sufrió un notable deterioro en el terremoto de Lisboa del año1.755, que como sabemos su radio de acción afectó a toda la parte occidental de España, cuyos daños la obligaron a mantenerla cerrada al culto varios años.
El referido terremoto fue una catástrofe interpretada como castigo divino y obligó a cerrar las puertas de muchos templos. La obra de esta Ermita, no es que fuese de mucha importancia, puesto que el edificio era muy pequeño y sencillo.- Lo que pasa es que después que no había recursos también coincidían unos tiempos de hambrunas, epidemias y otras calamidades. El coste de la obra se sufragó con limosnas ofrecidas a la Santa.
El Villar Mayo de 1.885
Ilmo Sr Gobernador Ecco de esta Arzobispado.
Don Antonio Murillo, Pbro Cura de la Aldea del Villar, á V. E. Ilma con el debido respeto dice: que uno de su primer cuidado al tomar posesión de dicho Curato fue, alvergar recursos para poner al Culto público la Ermita de Sta Marina, patrona de dicha Aldea, que se encontraba hace 20 años sin uso y en completa ruína, lo que ha conseguido después de muchos sacrificios, mas como quiera que para su reconstrucción y ponerla en uso, sea necesario la correspondiente licencia, en su virtud:
Suplico á V.E. Ilma, que en vista de lo manifestado digne concederle la licencia que solicito; así lo espera de V. E. Ilma. Sevilla y Mayo 2 de 1.885
En 30 de Mayo/ps
se le autorizó para Fdo. Ilmo Sr.
la bendición de la
Ermita de Sta Marina Antonio Mª Murillo
Marina Castilla fue una Mujer muy controvertida e influyente en la vida religiosa de El Villar. Esta Señora tenía una obsesión descomunal por ostentar el mando de todo lo relacionado con la Iglesia y tubo grandes enfrentamientos con el vecindario; y hasta con los Curas.
El Villar 2 de Agosto de 1.885
(Literalmente dice así)
Ilmo Sr Gobernador Ecmo de este Arzobispado.
Doña Marina Castilla, natural y vecina del Villar, á V. E. Ilma dice que con una devoción decidida a la Patrona de su nombre Sta. Marina, Patrona de dicha Aldea, que se venera en su Capilla propia, en las afuera de la población y costeada por sus antepasados y a cuya devota Imagen viene dandole Culto y adornando su altar, y de cosas de efectuarlo todo con la debida autorización, aspira hacer nombrada Camarera de la espresada Sta., en su virtud:
Suplica á V. S. Ilma, que en vista de lo manifestado y previo los informenes del Sr. Cura actual, se digne concederle dicho titulo de Camarera: así lo espera de V.S. Ilma.
El Villar y Agosto dos de mil ochocientos ochenta y cinco.
Por mi Sñra Esposa
Fdo. Segundo Gil
El Cura que suscribe informando de que la certera de lo que se solicita en el anterior escrito, es una verdad en todas sus partes, y convendrá se acceda á la petición, pués de ese modo seran los cultos a la Sta. Patrona, con más ostentación, ipués la solicitante además de su grande advocación, cuenta con recursos suficientes para ello.
Es cuanto puedo informar sobre dicho particular.
Dios gde. á V. S. Ilma. m. a. Sevilla Agosto 5 de 1.885:
Fdo. El Cura
Antonio María Murillo
Sevilla 7 de Agosto de 1.885
Espídan el Titulo.
Lo acordó y firma el Sr Governador Ecmo, en ausencia de S. E. Ilma. el Arzobispo, mi Sr. de que certifico.
Fdo. Dr. Jiménez
En 1.780 y bajo la administración eclesiástica de Zalamea existían nueve Ermitas abiertas al culto. La primera en importancia era la de Santa Marina; además también era después de San Blas la más antigua (del siglo XIV).
No sabemos de donde nació esa creencia tan popular y característica de que la Ermita de San Vicente en Zalamea está orientada y mira a la aldea de El Villar y por lo tanto le da la espalda al pueblo que tanto lo venera. ¿Tiene algún fundamento ésta fabulosa leyenda?
-No. Esto tiene más de tradición o maravilloso que de historia verdadera. Dice Antonio Vázquez León que, éste relato era consecuencia del pique y rivalidad lógico que surge entre la Aldea y el Pueblo.- Las dos Hermandades eran similares en importancia y riquezas. Sin embargo, que la entrada mire a El Villar responde a una vieja mentalidad, según la cual el altar mayor debía estar orientado A Jerusalén.
La ermita más antigua de Zalamea, San Blas, sigue esta misma dirección. De igual modo ocurre con las Iglesias de la Asunción de Zalamea y El Villar. Dos siglos después empezó a perderse esta tradición.
La festividad de Santa Marina se celebraba el día 18 de Julio. Era costumbre en la festividad que se llevara la Santa a la Aldea y visitara en procesión las casas de los hermanos.- Allí permanecía algún tiempo y luego retornaba a la Ermita hasta el próximo año.
Al finalizar el siglo XIX tras varios años de abandono y en un estado ruinoso a la Ermita de Santa Marina le llegó su fin.
La imagen de Santa Marina se conservo en la Iglesia Parroquial hasta 1.936, fecha en que fue destruida en la contienda civil.- La campana y la palma son los únicos objetos supervivientes de la vieja Ermita. Esta campana curiosamente lleva 110 años instalada en la parte alta de la torre de El Villa, pero no sabe nadie que sonido tiene; nunca se toca.- Conviene hacer notar, que la palma que porta la imagen de Santa Marina se recuperó en el expolio de 1.936 gracias al ciudadano Francisco Castilla. (por entonces un niño de 9 años).
Apuntes de El Villar. Emilio Gómez Calvo