A mediados del mes de Septiembre del 2005 y a través de los medios de comunicación, los usuarios de ADSL de este pueblo, nos llevamos la grata sorpresa de que, entre las medidas de mejoras que las distintas compañías de telefonía ofertaban se citaba que se iba a duplicar, de forma automática, y sin ningún coste adicional, la velocidad de conexión a Internet en esta modalidad.
A partir del día 20 de este mismo mes, muchos usuarios locales, de la noche a la mañana, nos quedamos sin conexión. Después de un calvario de llamadas a los diferentes números de atención al cliente, nos enviaban a un 902 (que, por cierto, no es gratuito); donde, eso sí, de forma muy educada y atenta, nos informaban que teníamos un virus, un ordenador viejo, falta de memoria, desconfigurado el Explorer, un pirata informático, etc..; incluso a algunos nos obligaron a formatear el disco duro del ordenador y comenzar desde cero. Pero ninguna de estos cientos de cosas tenía un resultado positivo, es decir, poder conectar a Internet.
Mucho de los que estábamos con Wanadoo, optamos por migrar a Telefónica, ya que en dicha compañía sus usuarios de ADSL no tenían problema; pero cuál no sería nuestra sorpresa, cuando después de hacernos el contrato pasaban los días y no nos conectaban. Llamábamos innumerables veces a Telefónica para que dieran respuestas y nos informan que esta localidad tiene la centralita saturada y que no puede dar ese servicio; con lo cual ni uno ni el otro (como el perro del hortelano ni come ni deja comer a amo).
Los que seguimos en Wanadoo tenemos el servicio de telefonía de voz, pero hemos perdido el de datos, aunque la factura la siguen enviando por ambos, los cuales no prestan.
Ante esta situación nos preguntamos: ¿Se puede a un usuario dejar sin un servicio y cobrárselo al mismo tiempo? ¿Cómo es posible que los que estaban, con anterioridad, en Telefónica sigan teniendo servicio de ADSL y los de Wanadoo no? ¿Cómo podemos defendernos ante estos gigantes que solo te puedes comunicar ante ellos, como en el caso de Wanadoo, con empleados sin ningún poder de decisión? ¿Quien tiene que tomar cartas en este asunto para solucionar este agravio comparativo con las demás compañías y poblaciones? ¿Cuánto más tenemos que esperar para que se solucione este problema?
Sabemos que las administraciones ( estatal, andaluza y provincial) están haciendo un esfuerzo económico muy importante para que todos y todas los ciudadanos y ciudadanas de este país, tengan cubierto su derecho al acceso a las nuevas tecnologías (subvenciones, hogar digital, centros escolares TIC, etc…) en igualdad de condiciones, y no nos diferencie el hecho de vivir en una aldea, un pueblo o en una ciudad para conseguir este objetivo, pero las compañías telefónicas que tienen que prestar el servicio, boicotean estas “buenas voluntades”.
Ante esta indefensión en la que nos encontramos lanzamos una propuesta de realizar algunas medidas que nos refuercen en el sentido de solucionar este problema: recogida de firmas, constitución de una plataforma, etc.. De esta manera, queremos hacer llevar nuestra protesta-denuncia a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) y a la Secretaria de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, para conseguir la defensa de nuestros derechos como ciudadanos/as y usuarios de este servicio.
Si estas de acuerdo con este planteamiento que realizamos, podemos canalizar y unificar nuestra protesta, poniendo nuestro nombre y apellidos junto al DNI y firma en los documentos que a tal efecto se han elaborado.
Contactar, en caso de estar interesado en participar, con Vicente Zarza, Fernando Serrano y Eugenio Martín (Autoescuela Zalamea).
A partir del día 20 de este mismo mes, muchos usuarios locales, de la noche a la mañana, nos quedamos sin conexión. Después de un calvario de llamadas a los diferentes números de atención al cliente, nos enviaban a un 902 (que, por cierto, no es gratuito); donde, eso sí, de forma muy educada y atenta, nos informaban que teníamos un virus, un ordenador viejo, falta de memoria, desconfigurado el Explorer, un pirata informático, etc..; incluso a algunos nos obligaron a formatear el disco duro del ordenador y comenzar desde cero. Pero ninguna de estos cientos de cosas tenía un resultado positivo, es decir, poder conectar a Internet.
Mucho de los que estábamos con Wanadoo, optamos por migrar a Telefónica, ya que en dicha compañía sus usuarios de ADSL no tenían problema; pero cuál no sería nuestra sorpresa, cuando después de hacernos el contrato pasaban los días y no nos conectaban. Llamábamos innumerables veces a Telefónica para que dieran respuestas y nos informan que esta localidad tiene la centralita saturada y que no puede dar ese servicio; con lo cual ni uno ni el otro (como el perro del hortelano ni come ni deja comer a amo).
Los que seguimos en Wanadoo tenemos el servicio de telefonía de voz, pero hemos perdido el de datos, aunque la factura la siguen enviando por ambos, los cuales no prestan.
Ante esta situación nos preguntamos: ¿Se puede a un usuario dejar sin un servicio y cobrárselo al mismo tiempo? ¿Cómo es posible que los que estaban, con anterioridad, en Telefónica sigan teniendo servicio de ADSL y los de Wanadoo no? ¿Cómo podemos defendernos ante estos gigantes que solo te puedes comunicar ante ellos, como en el caso de Wanadoo, con empleados sin ningún poder de decisión? ¿Quien tiene que tomar cartas en este asunto para solucionar este agravio comparativo con las demás compañías y poblaciones? ¿Cuánto más tenemos que esperar para que se solucione este problema?
Sabemos que las administraciones ( estatal, andaluza y provincial) están haciendo un esfuerzo económico muy importante para que todos y todas los ciudadanos y ciudadanas de este país, tengan cubierto su derecho al acceso a las nuevas tecnologías (subvenciones, hogar digital, centros escolares TIC, etc…) en igualdad de condiciones, y no nos diferencie el hecho de vivir en una aldea, un pueblo o en una ciudad para conseguir este objetivo, pero las compañías telefónicas que tienen que prestar el servicio, boicotean estas “buenas voluntades”.
Ante esta indefensión en la que nos encontramos lanzamos una propuesta de realizar algunas medidas que nos refuercen en el sentido de solucionar este problema: recogida de firmas, constitución de una plataforma, etc.. De esta manera, queremos hacer llevar nuestra protesta-denuncia a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) y a la Secretaria de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, para conseguir la defensa de nuestros derechos como ciudadanos/as y usuarios de este servicio.
Si estas de acuerdo con este planteamiento que realizamos, podemos canalizar y unificar nuestra protesta, poniendo nuestro nombre y apellidos junto al DNI y firma en los documentos que a tal efecto se han elaborado.
Contactar, en caso de estar interesado en participar, con Vicente Zarza, Fernando Serrano y Eugenio Martín (Autoescuela Zalamea).
.
Vicente Zarza