sábado, 4 de febrero de 2006

Día de San Blas



Ornamentada para las grandes ocasiones habían dejado Bruno Rodríguez y su hermana Maricarmen la ermita de San Blas, en la tarde del jueves, para celebrar el día de su titular este viernes 3 de febrero. La mañana se levantaba con un sol resplandeciente, a pesar de la enorme tromba de agua que había caído en la madrugada. Por ello había grandes expectativas de pasar un gran día de campo en el llano que acoge el edificio sacro.
Las primeras personas en llegar fueron las voluntarias de Manos Unidas, con el objetivo de montar toda la infraestructura necesaria para la venta de tartas y bizcochos, y para ofrecer a los asistentes un buen café o un delicioso chocolate que calentara los cuerpos en un día frío de invierno. Paulatinamente, y coincidiendo con el fin de la jornada laboral, un gran número de zalameños se fueron acercando al lugar de la romería, para asistir al oficio religioso, convocado para las 16:30, o para disfrutar de una tarde soleada en el campo.
Una vez finalizado el acto en honor al Santo, se podía observar como la explanada de la ermita acogía a un elevado grupo de visitantes: bicicletas, balones, mujeres jugando a la comba, niños corriendo por aquí y por allá, ...
La merienda a base de buena repostería, café y chocolate dio por finalizado un nuevo Día de San Blas. Algunos de los asitentes, antes de regresar a sus casas recordaban “.....hace años, cuando venía la gente de El Campillo, de Riotinto y de Nerva, esto era un hervidero....al final del día, cuando ya se iba todo el mundo, se veían los montes de alrededor ardiendo,....” a lo que un campillero nos confiesa “....éramos nosotros, los de El Campillo, los que íbamos prendiendo fuego a todas las aulagas que encontrábamos en el camino de regreso a casa....era bionito y, al ser invierno, no pasaba nada”