Nos encontramos ante la ermita más antigua de Zalamea la Real, construida a principios del siglo XV. Interesante edificio mudejar, de arcos transversales, característico de la sierra de Huelva, sufrió numerosas restauraciones en el siglo XVIII, y más recientemente en 1929 y 1972.
De sus tres primitivas naves, actualmente tan solo queda una. Sufrió una reforma muy importante en 1760, momento en el que con toda probabilidad adoptó el aspecto actual.
En 1777, según acreditan algunos documentos, fueron traidas desde Roma unas reliquias de San Vicente Mártir, y colocadas éstas en una custodia de plata.
En 1936, con el inicio de la Guerra Civil, la ermita sufrió un grave incendio, destruyéndose un retablo del siglo XVI y la imagen titular del Santo Patrón postrada en su interior.
En la actualidad sigue siendo punto de referencia de los devotos del Patrón de Zalamea la Real, puesto que en su interior se encuentra la imagen actual de San Vicente Mártir.
En el mes de enero se celebra su festividad, siendo esta ermita uno de los lugares principales de los actos alusivos a dicho avento.
De sus tres primitivas naves, actualmente tan solo queda una. Sufrió una reforma muy importante en 1760, momento en el que con toda probabilidad adoptó el aspecto actual.
En 1777, según acreditan algunos documentos, fueron traidas desde Roma unas reliquias de San Vicente Mártir, y colocadas éstas en una custodia de plata.
En 1936, con el inicio de la Guerra Civil, la ermita sufrió un grave incendio, destruyéndose un retablo del siglo XVI y la imagen titular del Santo Patrón postrada en su interior.
En la actualidad sigue siendo punto de referencia de los devotos del Patrón de Zalamea la Real, puesto que en su interior se encuentra la imagen actual de San Vicente Mártir.
En el mes de enero se celebra su festividad, siendo esta ermita uno de los lugares principales de los actos alusivos a dicho avento.