En la noche de ayer, SS. MM. Los Tres Reyes Magos de Oriente, acompañados de sus respectivos pajes, recorrieron las empedradas calles de nuestra vecina aldea. En un ambiente cercano y familiar, Los Magos repartieron caramelos y regalos a todos los que se dieron cita en el Villar.
En una añeja tradición, en la mañana del 5 de Enero, se reúnen organizadores y Reyes para convivir en fiesta y celebrar el señalado día. A media tarde, se empiezan a vestir y a maquillar los protagonistas de la noche, y más o menos, finalizado la cabalgata de Zalamea La Real, se da salida al Cortejo Mágico.
Aquí, como en muchos sitios, se dan cita personas que engloban distintas generaciones, pero con un toque muy peculiar, ya que todos los actos se realizan en un entorno de amistad y familiaridad.
De forma humilde se realizan todos los preparativos,tanto trajes, adornos y caramelos; costeándose la aldea la mayor parte del desfile. Antiguamente, no hace muchos años, los Reyes iban montados en burros, y los pajes llevaban por el cabestro a estos. Pero debido a que los burros con el paso del tiempo se han ido extinguiendo, hoy en día los Reyes y los Pajes van montados en remolques arrastrados por coches. Pero se rumorea que en años venideros quieren recuperar la antigua costumbre.
Al finalizar el recorrido, en el centro de la aldea, junto a La Iglesia Nuestra Señora De La Asunción, se reparten regalos a todos las personas que previamente son llamadas por Sus Majestades. Pequeños y mayores recogen los presentes en un acto muy entrañable.
Todos participan de una manera u otra en una fiesta, de la que se sienten orgullosos de crearla año tras año, y que llena de ilusión las calles de su aldea.
En una añeja tradición, en la mañana del 5 de Enero, se reúnen organizadores y Reyes para convivir en fiesta y celebrar el señalado día. A media tarde, se empiezan a vestir y a maquillar los protagonistas de la noche, y más o menos, finalizado la cabalgata de Zalamea La Real, se da salida al Cortejo Mágico.
Aquí, como en muchos sitios, se dan cita personas que engloban distintas generaciones, pero con un toque muy peculiar, ya que todos los actos se realizan en un entorno de amistad y familiaridad.
De forma humilde se realizan todos los preparativos,tanto trajes, adornos y caramelos; costeándose la aldea la mayor parte del desfile. Antiguamente, no hace muchos años, los Reyes iban montados en burros, y los pajes llevaban por el cabestro a estos. Pero debido a que los burros con el paso del tiempo se han ido extinguiendo, hoy en día los Reyes y los Pajes van montados en remolques arrastrados por coches. Pero se rumorea que en años venideros quieren recuperar la antigua costumbre.
Al finalizar el recorrido, en el centro de la aldea, junto a La Iglesia Nuestra Señora De La Asunción, se reparten regalos a todos las personas que previamente son llamadas por Sus Majestades. Pequeños y mayores recogen los presentes en un acto muy entrañable.
Todos participan de una manera u otra en una fiesta, de la que se sienten orgullosos de crearla año tras año, y que llena de ilusión las calles de su aldea.