El Ministerio de Medio Ambiente ha invertido ya 6,7 millones de euros en la restauración de zonas afectadas por el incendio forestal de Minas de Riotinto, que calcinó en julio y agosto de 2004 más de 35.000 hectáreas de una decena de municipios de Huelva y de Sevilla.
Este desembolso supone el 79,86% de la inversión prevista, que suma 8,4 millones de euros, informó ayer el Ministerio de Medio Ambiente.
El resto de la cantidad presupuestada –casi 1,5 millones de euros– se ejecutará este año, "una vez que haya transcurrido el tiempo necesario para acometer los trabajos de reforestación y de acuerdo con las instrucciones de la dirección de obra, que corresponde a la Junta de Andalucía".
Entre los trabajos ejecutados destaca la eliminación de madera quemada en 1.175,74 hectáreas; la reparación de 17.600 metros de infraestructuras forestales; la realización de trabajos selvícolas en 59,72 hectáreas; la colocación de 110 unidades de corrección torrencial; actuaciones de fajas cortafuegos en 36,36 hectáreas y repoblación forestal en 529,27 hectáreas.
Quedan por ejecutar trabajos de semillado y de repoblación forestal con especies autóctonas y con baja densidad de espesura.
Medio Ambiente recordó que esta repoblación está condicionada por la espera necesaria "para determinar la capacidad de respuesta ecológica del propio ecosistema" y por unas adecuadas condiciones climáticas pues la plantación o, en su caso, el semillado, han de efectuarse durante la parada vegetativa (otoño-invierno) y cuando exista suficiente humedad en el suelo.
En el incendio de Minas de Riotinto confluyeron, según Medio Ambiente, "una serie de circunstancias adversas de distinta naturaleza" que propiciaron un siniestro "de excepcional envergadura" que dañó masas forestales y explotaciones agrícolas y ganaderas, obligó a la evacuación de varias poblaciones y afectó a infraestructuras forestales.
El fuego originó "inmediatos efectos negativos en el ecosistema" como pérdida de cubierta vegetal, aumento del riesgo de erosión, daños a la vida silvestre, alteración del paisaje y pérdidas económicas a las poblaciones próximas.
"Estas circunstancias aconsejaron que la Administración actuara con urgencia en la reparación de las infraestructuras forestales dañadas y restauración de las masas forestales para devolver, en lo que fuera posible, su situación a un estado similar al anterior al incendio", añadió el comunicado. Las primeras acciones del ministerio, iniciadas en otoño del 2004 y complementarias a las de la Junta de Andalucía, se dirigieron a defender y fijar los suelos en fuertes pendientes para mitigar el aporte de caudales sólidos por la ausencia de cubierta vegetal, prácticamente desaparecida a causa del fuego, y para conservar el suelo, restaurar la cubierta forestal y disminuir el riesgo de aterramientos, crecidas e inundaciones.
Este desembolso supone el 79,86% de la inversión prevista, que suma 8,4 millones de euros, informó ayer el Ministerio de Medio Ambiente.
El resto de la cantidad presupuestada –casi 1,5 millones de euros– se ejecutará este año, "una vez que haya transcurrido el tiempo necesario para acometer los trabajos de reforestación y de acuerdo con las instrucciones de la dirección de obra, que corresponde a la Junta de Andalucía".
Entre los trabajos ejecutados destaca la eliminación de madera quemada en 1.175,74 hectáreas; la reparación de 17.600 metros de infraestructuras forestales; la realización de trabajos selvícolas en 59,72 hectáreas; la colocación de 110 unidades de corrección torrencial; actuaciones de fajas cortafuegos en 36,36 hectáreas y repoblación forestal en 529,27 hectáreas.
Quedan por ejecutar trabajos de semillado y de repoblación forestal con especies autóctonas y con baja densidad de espesura.
Medio Ambiente recordó que esta repoblación está condicionada por la espera necesaria "para determinar la capacidad de respuesta ecológica del propio ecosistema" y por unas adecuadas condiciones climáticas pues la plantación o, en su caso, el semillado, han de efectuarse durante la parada vegetativa (otoño-invierno) y cuando exista suficiente humedad en el suelo.
En el incendio de Minas de Riotinto confluyeron, según Medio Ambiente, "una serie de circunstancias adversas de distinta naturaleza" que propiciaron un siniestro "de excepcional envergadura" que dañó masas forestales y explotaciones agrícolas y ganaderas, obligó a la evacuación de varias poblaciones y afectó a infraestructuras forestales.
El fuego originó "inmediatos efectos negativos en el ecosistema" como pérdida de cubierta vegetal, aumento del riesgo de erosión, daños a la vida silvestre, alteración del paisaje y pérdidas económicas a las poblaciones próximas.
"Estas circunstancias aconsejaron que la Administración actuara con urgencia en la reparación de las infraestructuras forestales dañadas y restauración de las masas forestales para devolver, en lo que fuera posible, su situación a un estado similar al anterior al incendio", añadió el comunicado. Las primeras acciones del ministerio, iniciadas en otoño del 2004 y complementarias a las de la Junta de Andalucía, se dirigieron a defender y fijar los suelos en fuertes pendientes para mitigar el aporte de caudales sólidos por la ausencia de cubierta vegetal, prácticamente desaparecida a causa del fuego, y para conservar el suelo, restaurar la cubierta forestal y disminuir el riesgo de aterramientos, crecidas e inundaciones.
Huelva Información