HBN. El complejo arquitectónico de Zalamea la Real, fue descubierto en la década de los 40 del siglo pasado. Con un complejo diseño, está compuesto por 18 sepulcros de los que 9 son visibles mientras que el resto están casi destruidos.
Huelva vivió en la prehistoria un importante fenómeno megalítico del que aún se conservan restos en distintos puntos de la provincia. Uno de los más importantes está ubicado en el municipio onubense de Zalamea la Real y es conocido como ya
cimiento de El Pozuelo.
Zalamea la Real es un municipio con mucha historia y cuyos pobladores se remontan a la Prehistoria. Según las distintas teorías que investigan el origen poblacional del pueblo, los primeros pobladores se remontan al paleolítico, aunque los restos arqueológicos que enriquecen la historia del municipio datan del neolítico. Durante esas etapas de la prehistoria, en Zalamea la Real se vivió un importante desarrollo de la cultura megalítica caracterizado por el levantamiento de importantes construcciones arquitectónicas con grandes bloques de piedra.
En la localidad zalameña se han encontrado aproximadamente 49 yacimientos megalíticos agrupados en dos grandes áreas; la occidental, que se denomina como yacimiento dolménico de El Villar y El Buitrón; y el área oriental, en la que se encuentran los dólmenes de El Pozuelo. Una neolítica, como se desprende del tipo de construcción y del ajuar encontrado, y otra calcolítica en la que podemos encontrar sepulcros de falsa cúpula.
El de mayor envergadura es el conjunto dolménico de El Pozuelo, por la amplitud del yacimiento y los restos hallados a los pies del dolmen. Se trata de un conjunto arquitectónico formado por monumentos funerarios prehistóricos, uno de los restos neolíticos más importantes de Andalucía.
Dólmenes de El Pozuelo.
Los dólmenes de El Pozuelo están formados por 18 sepulcros.
Manuel Domínguez Cornejo y Antonio Domínguez Pérez de León en su libro ‘Guía para conocer y visitar los dólmenes de El Pozuelo’ aseguran que en Huelva se aprecian dos fases del proceso de construcción de dólmenes. En primer lugar una que se aproxima a las características propias del neolítico, un dato que lo proporciona el ajuar encontrado, relacionado con la agricultura y la ganadería. En esta primera tendencia se usan ortostatos y, los restos obtenidos se corresponden con hachas circulares y ovales, escoplos, azuelas y microlitos.
La segunda etapa de construcción de monumentos funerarios se corresponde con el calcolítico, que se caracteriza por el empleo de cúpulas en los sepulcros y los instrumentos hallados son puntas de flechas y cuchillos con retoques, cuentas de collar e ídolos.
Además, en las excavaciones también se han extraído elementos de cerámica, entre los que se pueden diferenciar vasos y cuencos con distintas formas.
Descubierto y excavado en su mayor parte en el año 1946, El Pozuelo fue declarado en junio de 2002 Bien de Interés Cultural, ya que se considera el ejemplo más evidente de las construcciones megalíticas en la provincia de Huelva. Los monumentos que conforman el yacimiento datan del año 3.000 antes de Cristo, aproximadamente, y están divididos en cinco zonas; ‘Los Llanetes’, ‘La Veguilla’, ‘El Riscal’ y ‘Los Rubios y Martín Gil’. Está compuesto por un total de 18 dólmenes, de los que 9 se pueden visitar mientras que el resto están prácticamente destruidos en la actualidad.
Dolmen de El Pozuelo del municipio onubense de Zalamea la Real
El conjunto dolménico fue descubierto en la década de los 40 del siglo pasado.
Aunque son edificaciones distintas, los sepulcros del yacimiento de Zalamea tienen una estructura similar que se basa en corredor y cámara, algunas con salas añadidas más complejas.
En las excavaciones realizadas en El Pozuelo, donde los enterramientos se realizaron tanto en las cámaras como en los corredores de los dólmenes, se han encontrado distintos utensilios y objetos ornamentales.
En cuanto a la estructura, los dólmenes de Zalamea se componen de una arquitectura adintelada y su diseño se basa en múltiples cámaras a la que se accede desde una única entrada que se bifurca dejando a cada lado las cámaras laterales destinadas al enterramiento. Una característica que los diferencia del resto de monumentos del megalito andaluces, que constaban de una sola sala de planta recta, o un corredor y una cámara.
Por su complejo diseño y la importancia de los objetos descubiertos en el interior de los dólmenes de El Pozuelo, hacen de este yacimiento arquitectónico uno de los más representativos de toda Andalucía y uno de los referentes de la prehistoria en Huelva.
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