El pueblo acompañó a San Vicente en su traslado a la Iglesia Parroquial en una mañana soleada y con las temperaturas más altas que días atrás. Al finalizar la procesión, la Hermandad dispuso una barra en el centro para acompañar el evento con tapas y bebidas.
Tras el día gélido de ayer, con riesgo incluso de nevada, la mañana amaneció soleada y luminosa. A la hora del traslado se hacía agradable pasear por las solanas del barrio que lleva el nombre del Patrón, y muchos zalameños y zalameñas se acercaron para acompañar al Santo en su recorrido hasta la Iglesia Parroquial.
Hoy ha sido un día importante para Amador, que ha ejercido como Mayordomo acompañando en todo momento al Patrón Zalameño. Una devoción que le ha sido transmitida lealmente desde su familia para que la muestre con orgullo al pueblo. A partir de ahora, el Santo permanecerá en el interior del Templo para que desde el sábado que viene los fieles acudan a los cultos que se le harán en su honor hasta el día de la procesión por las calles del pueblo.
Para finalizar la jornada, esta vez sí acompañó el tiempo, la Hermanda ha realizado su tradicional almuerzo en la Plaza de la Constitución; a donde se han acercado muchos zalameños y zalameñas para realizar un almuerzo a base de tapas.