El pasado viernes se abrió el ciclo de Charlas Cofrades con una interesante ponencia sobre las cofradías y las pautas artísticas que han seguido a lo largo de su historia para conmover la sensibilidad de los creyentes. Manuel Sánchez López, Licenciado en Filología Clásica y experto en la materia, fue el encargado de realizar la charla, que estuvo dedicada, en parte, a la figura de “Manolo el escultor”, zalameño y autor de piezas de gran valor.Los asistentes el pasado domingo al Ruiz Tatay para presenciar la primera de las Charlas Cofrades organizadas por Penitencia, disfrutó con una conferencia didáctica más que interesante para comprender los entresijos que se han entrelazado en las hermandades con el objetivo de plasmar a los creyentes la Pasión de Jesucristo. Manuel Sánchez, experto en la materia y aficionado a la artesanía cofrade, sostuvo la atención de los oyentes para escrudiñar, muy a las claras, el legado artístico que nos ha aportado el paso de numerosos artistas para plasmar el dolor, la muerte y resurrección del Redentor.
En su alocución, Manolo trató de explicar el nacimiento de las Cofradías, su significado de cara al pueblo y el fin que trajo sacar las imágenes a la calle. En épocas remotas, las misas se realizaban en latín, y muchos fieles no entendían la Palabra del Señor; por otra parte había una masa que atender, y se vio la necesidad de ir a la calle para buscar fieles. Había que representar la Pasión de Cristo desde un punto de vista escénico, y de esta manera, nacieron las procesiones que conocemos hoy en día. La evolución de las imágenes fue analizada desde la perspectiva artística; su modelaje, la técnica, la ornamentación tenía que jugar un papel fundamental para que su contemplación avivara el fervor de los creyentes. En términos artísticos, las imágenes y adornos tenían que cumplir las pautas barrocas para alcanzar su cometido; un estilo que se ha venido conservando a lo largo de los siglos para plasmar de forma desgarradora los acontecimientos que marcaron al Cristianismo.
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El ponente también se quiso acordar de “Manolo el escultor”, una figura muy significativa para los zalameños/as y un artista que supo plasmar con sus manos obras de gran valor plástico y sentimental.
