El Zalamea sucumbe ante el líder por la mínima, 0-1, víctima del infortunio y de un mal arbitraje; el equipo entrenado por Juanma jugó sin complejos frente al CD Cerreño, que terminó atrincherado en su área por el acoso rojillo.
El Zalamea saltó al Perea Anta sabedor de su potencial y del buen momento por el que atraviesa la plantilla entrenada por Juanma, que ha visto como se ha reforzado con las incorporaciones de Alex Oliva, Vizcaíno y Liberto (debutará la próxima semana). Había que apretar al líder para que no se sintiera cómodo sobre el rectángulo de juego, y con esa consigna comenzó el envite de ayer domingo en una tarde lluviosa y desapacible.
Los primeros 20 minutos transcurrieron con un fútbol poco vistoso, ambas escuadras estaban más pendiente de controlar el juego del rival que de elaborar su propio fútbol. Tras las lluvias caídas, el césped estaba rápido y se hacía muy difícil controlar el esférico. Esta circunstancia hacía que los puntas apenas se favorecieran de ocasiones favorables de cara a crear peligro, y los balones lanzados desde la medular se perdían por la línea de fondo sin que llegaran a ser interceptados. La ocasión más clara para la escuadra zalameña vino de las botas de Vizcaíno, que tras hacerse con un esférico dentro del área rival y acomodarse de cara a puerta, erró pasando a un compañero sin percatarse de la franca posición de tiro que tenía. El CD Cerreño también se estiró en los últimos compases del primer periodo, acciones que obligaron a Juan Centeno a emplearse a fondo, ya que el agua hacía más que peligrosa cualquier acción en el área. El portero zalameño demostró en estos compases que se encuentra en un buen momento y consiguió que el Zalamea se fuera a los vestuarios con la portería a cero.
El segundo periodo comenzó más movido que la primera mitad, y ambos equipos saltaron al césped con una aptitud más ofensiva. Tras las primeras acciones donde el juego era continuamente interrumpido por faltas, el Zalamea pasó a controlar el encuentro adelantando la línea que conformaban Eloy (que entró por Edu lesionado), Alex, José Javier y José. En el centro del campo la pareja formada por Fernando y Pablo cortaban el caudal ofensivo del equipo visitante, y por bandas, Jesús y Pirulo comenzaron a crear peligro en la retaguardia visitante. Arriba, algo más aislados, se peleaban Vizcaíno y Portu.
En estos minutos el Zalamea comenzó a desplegar su mejor cara, sobre el césped se veía un conjunto sólido y agresivo que podía doblegar al líder y alzarse con los tres puntos. El equipo visitante, haciéndose valer como líder, supo aguantar el empuje local los minutos necesarios para aprovechar su oportunidad, que llegó con una falta al borde del área. El infortunio se declaró en contra de Juan Centeno, que bajo palos vio como la pelota, tras chocar en la barrera, entró mordida en la portería sin que pudiera hacer nada por detenerla. 0 - 1, Jarro de agua fría en la escuadra rojilla y en la grada.
Pese a todo el Zalamea lo siguió intentando y se volcó sobre el área rival buscando el empate. Pronto llegaron las ocasiones más claras y en una de ellas el portero visitante se lucio con una gran parada tras un chut de Portu desde el interior del área. El Zalamea seguía creando peligro por ambas bandas y en un par de saques de esquina, Fernado y Pablo estuvieron a punto de conseguir alojar el esférico en la red. En estos minutos se erigió como figura el portero visitante, que por sus acciones, podemos estar hablando de los mejores de la categoría.
Siendo el fútbol el protagonista, llegó el oportunismo del árbitro, que sumo tres fallos garrafales en contra del Zalamea. Portu tras driblar a un rival dentro del área es zancadilleado y cae; el árbitro corrió para mostrar, incomprensiblemente, tarjeta al delantero zalameño que se lamentaba de rodillas incrédulo a la decisión. A pocos minutos de la jugada anterior, un jugador visitante intercepta en el interior de su área un balón con la mano, el árbitro tampoco quiso ver nada. Las protestas locales se avivaron contra las decisiones del colegiado y el juego se volvió más crispado. Los jugadores zalameños se veían impotentes ante las decisiones arbitrales y la ferrea defensa cerreña; pese a todo lo siguió intentando.
A pocos minutos del final, con el Zalamea volcado en ataque y quemando los últimos cartuchos; José Javier remata un balón dividido dentro del área chica y consigue alojarlo dentro del marco; el trencilla incomprensiblemente y para desazón total, dictamina juego peligroso y anula el gol. Con este resultado se llegó al final del encuentro, un marcador injusto que no hizo justicia por lo visto sobre el rectángulo de juego.
Como nota curiosa del envite de ayer, fue el reencuentro de los tres hermanos Oliva sobre el terreno de juego vistiendo la elástica zalameña. Esperemos que tras este choque el equipo vuelva a levantar la cabeza y siga ofreciendo la imagen de las últimas jornadas.