Finalmente se han cumplido los pronósticos que apuntaban un domingo lluvioso; el agua ha tomado el protagonismo durante toda la tarde y ha deslucido el encendido de las candelas.
Durante todo el día la lluvia ha caído de forma mansa, pero una vez echada la noche se ha acrecentado y las candelas han tardado en arder.
La celebración, por lo tanto no ha tenido su esplendor propio y sólo los valientes perduran en sus fogatas esperando a que cesen las precipitaciones y disfrutar de sus parrillas en compañía de familiares y amistades. Las cocheras próximas a las candelas han servido para resguardarse y seguir la fiesta.
La celebración, por lo tanto no ha tenido su esplendor propio y sólo los valientes perduran en sus fogatas esperando a que cesen las precipitaciones y disfrutar de sus parrillas en compañía de familiares y amistades. Las cocheras próximas a las candelas han servido para resguardarse y seguir la fiesta.
Mañana publicaremos las tres candelas ganadoras, así como algunas imágenes de la noche.