Es verdad que todos cometemos errores en mayor o menor medida, pero los cometidos en Zalamea han sido bastante gordos, unas veces por las condiciones temporales, políticas o sociales en que se cometieron, otras veces por la ineptitud de muchos de nuestros dirigentes históricos que nos tocó sufrir.
La nave en La Florida es otra tremenda putada, con perdón, de las que se le pueden hacer a Zalamea, errores como el cometido por el alcalde responsable de hacer en el llano de San Vicente una barriada (creo que fue Wilfredo), como el de Eduardo Carvajal poniendo el campo de Fútbol en su cercado, más allá de la carretera y después, para más inri, la Piscina, como hizo Paco Sánchez en el fracasado “pantano nuevo” detrás de Marigenta y, anteriormente, otra porquería de pantano recogiendo los detritus de El Campillo realizado por Zorrero. Naturalmente no pagaban ellos: lo pagó, sufrió y sigue sufriendo, el pueblo zalameño.
Menos los pantanos –lógicamente- las tres actuaciones anteriormente citadas debieron hacerse entre la Ermita de San Vicente y el Pilar de las Indias. El pueblo se habría rodeado armoniosamente alrededor de su torre. En ese enorme triángulo cabría también el Polideportivo que, desgraciadamente, quieren construir junto a la Carretera de la Muerte. ¿Lo pagarán caro? No importa, paga el pueblo.
Ahora, en pleno siglo XXI de nuevo quieren cargarse una zona paisajista o residencial en todo caso, tan perfecta como La Florida para montar una nave, no una industria, sino un vulgar almacén donde colocarán a dos o tres personas que lo mismo estarían (personas y almacén) unos centenares de metros más hacia Calañas, en la antigua “Casa Blanca” por ejemplo, o en el Polígono Industrial y Comercial, que para eso está.
Ya solo falta que en vez de desdoble de la N-435 desvíen la carretera a tres o cuatro kilómetros hacia Calañas (como pretenden) para cargarse el resto del municipio y nos dejen más aislados, más muertos y más abandonados que nunca. Vicente Zarza entrará también en la historia de los desaguisados cometidos contra Zalamea. Puede remediarlo, pero me temo lo peor, porque ya conocemos su talante para el diálogo y su visión de la Zalamea del futuro solo pasa por servir a su partido. Y éste para servirse de nosotros.
Por cierto, no podrá decir que siempre voy contra lo que hacen: les apoyé a muerte en sacar adelante el Polígono que después, en nuestra Legislatura, nos tocó levantarlo dada la incapacidad manifiesta que demostraron; les ayudé en todo lo pude y me pidieron, y solo les pido que dejen de ser una especie de “sexta-todo-para-ellos” y empiecen a practicar esa cosa tan bonita y desconocida para muchos que se llama democracia y “todo para el pueblo pero con el pueblo”.
La nave en La Florida es otra tremenda putada, con perdón, de las que se le pueden hacer a Zalamea, errores como el cometido por el alcalde responsable de hacer en el llano de San Vicente una barriada (creo que fue Wilfredo), como el de Eduardo Carvajal poniendo el campo de Fútbol en su cercado, más allá de la carretera y después, para más inri, la Piscina, como hizo Paco Sánchez en el fracasado “pantano nuevo” detrás de Marigenta y, anteriormente, otra porquería de pantano recogiendo los detritus de El Campillo realizado por Zorrero. Naturalmente no pagaban ellos: lo pagó, sufrió y sigue sufriendo, el pueblo zalameño.
Menos los pantanos –lógicamente- las tres actuaciones anteriormente citadas debieron hacerse entre la Ermita de San Vicente y el Pilar de las Indias. El pueblo se habría rodeado armoniosamente alrededor de su torre. En ese enorme triángulo cabría también el Polideportivo que, desgraciadamente, quieren construir junto a la Carretera de la Muerte. ¿Lo pagarán caro? No importa, paga el pueblo.
Ahora, en pleno siglo XXI de nuevo quieren cargarse una zona paisajista o residencial en todo caso, tan perfecta como La Florida para montar una nave, no una industria, sino un vulgar almacén donde colocarán a dos o tres personas que lo mismo estarían (personas y almacén) unos centenares de metros más hacia Calañas, en la antigua “Casa Blanca” por ejemplo, o en el Polígono Industrial y Comercial, que para eso está.
Ya solo falta que en vez de desdoble de la N-435 desvíen la carretera a tres o cuatro kilómetros hacia Calañas (como pretenden) para cargarse el resto del municipio y nos dejen más aislados, más muertos y más abandonados que nunca. Vicente Zarza entrará también en la historia de los desaguisados cometidos contra Zalamea. Puede remediarlo, pero me temo lo peor, porque ya conocemos su talante para el diálogo y su visión de la Zalamea del futuro solo pasa por servir a su partido. Y éste para servirse de nosotros.
Por cierto, no podrá decir que siempre voy contra lo que hacen: les apoyé a muerte en sacar adelante el Polígono que después, en nuestra Legislatura, nos tocó levantarlo dada la incapacidad manifiesta que demostraron; les ayudé en todo lo pude y me pidieron, y solo les pido que dejen de ser una especie de “sexta-todo-para-ellos” y empiecen a practicar esa cosa tan bonita y desconocida para muchos que se llama democracia y “todo para el pueblo pero con el pueblo”.
Vicente Toti García Vázquez
Pintor y zalameño