Teniendo en cuenta que crees que la amistad, como otros sentimientos que podamos tener, a veces depende del color del cristal con que uno lo mira, más que de su propia y objetiva presencia en nuestras vidas.
Lo verdaderamente importante es que crees que cuando es verdadera, no hay que alimentarla continuamente, va pasando por baches como todas las relaciones entre las personas, pero con la diferencia que nunca es afectada por pequeñas diferencias o carencias que tenemos todos en determinados momentos.
A veces todos decimos que los amigos verdaderos se cuentan con los dedos de una mano, pero esto forma parte de uno de nuestros prejuicios ante la sociedad, siempre tendemos a decir, mis amigos de toda la vida y a discriminar como si fuese superficial las nuevas amistades que nos surgen durante la vida, nada mas lejos de la realidad, porque en la vida a veces pasa que encuentras tarde lo que deberías haber encontrado antes, siempre las dichosas circunstancias, entonces el discurso de mis amigos de toda la vida, no tiene porque ser el único.
Con respecto a las relaciones de pareja, creo que una de las cosas que fallan en estos tiempos, es eso precisamente, que a veces las parejas deberían ser más amigos o practicar una forma de amor tolerante, que dice que el amor verdadero, es el que nos da la fuerza para darle libertad al otro para que pueda ser feliz,
A falta de este tipo de relaciones, aplicaremos nuestras enseñanzas de la niñez, que pintan la amistad como una semilla que nace cuando se planta en tierra fértil.
Personalmente pienso que la amistad verdadera es como la cepa de una parra, no necesita tierra fértil ni alimentarla continuamente, y aunque hay épocas del año que pueda parecer muerta, siempre brota cuando llega su momento.
J.M. Cotán