sábado, 3 de noviembre de 2007

Jornadas a Juan Ramón Jiménez

La próxima semana comenzará en Zalamea la real unas jornadas literarias dedicadas a la vida y obra de Juan Ramón Jiménez. El Área de Cultura del Ayuntamiento ha confeccionado, dando cabida a todas las edades, una programación variada y extensa.

El evento se realizará en las instalaciones del Teatro Ruiz Tatay, y abarcarán desde el viernes 9 al domingo 18. La inauguración se llevará a cabo en el hall del teatro el viernes 9 de noviembre, donde Consuelo Gallego López (licenciada en Lengua y Literatura) hará una introducción sobre la vida y obra del autor.
A la misma vez, se podrán contemplar las fotografías que componen la exposición “Prosa y Verso”. Una muestra fotográfica que estará abierta al público los fines de semana que abarcan desde el 9 al 18 de noviembre.
En un apartado para la docencia, se quiere involucrar a los alumnos de IES Nuevo Milenio y a los alumnos del CP San Vicente Mártir. Ellos prepararán trabajos durante la semana en sus aulas y tendrán un horario específico para realizar su visita a la exposición fotográfica.
Para cerrar el ciclo dedicado al genial escritor onubense, una obra de teatro musical sobre su vida se plasmará sobre el escenario del Ruiz Tatay. La compañía teatral “Tusitalas producciones” interpretará “Numenel sábado 17 de noviembre. una obra que pretende dar una imagen realista del poeta y de su entorno sin caer en los tópicos que han pretendido desmitificarle todos estos años, mostrando la cara y la cruz de un hombre profundo y creativo que pese a su carácter, nunca perdió su lado humano.
La trama recoge el momento en que, envueltos en una espiral de tiempo, Juan Ramón y Zenobia viven sus últimos años en el exilio inmersos en los recuerdos que llenaron su existencia. Una existencia marcada por la personalidad un tanto atípica de ambos. Él, inseguro y obsesionado con la muerte y ella realista y práctica. Una relación amorosa determinada en gran parte por la dependencia del poeta hacia su mujer.
Zenobia intentará enfrentarle a sus miedos y a los fantasmas que le atenazan y que de alguna manera le atan a la vida terrena, consciente de que es la única manera de seguir su viaje al más allá, al que ya pertenecen ambos; y lo hará ayudada por la esencia de Platero y por la figura atemporal de un trovador, personajes con los que coincide en esa cuarta dimensión y con quienes sólo ella puede comunicarse, ya que la consciencia de Juan Ramón se halla en una especie de letargo del que ellos intentarán despertarle.
Un pergamino gigante será el encargado de separar la realidad de la fantasía. Todo lo que aparece sobre o a través de él llevará al espectador a sumergirse en los sueños y recuerdos de los personajes.
La música, presente a lo largo de toda la obra, acercará al público a la poesía juanramoniana, con textos del poeta y otros inspirados en su figura, todo ello amenizado con la propuesta visual de la danza, dotada de una fuerte carga de simbolismo y color.