Alcanzadas las 8 de la tarde y una vez finalizada la novena, las campanas de la torre iniciaron su característico repique estableciendo la señal de inicio de quema de candelas. Casi una treintena de hogueras se repartieron por todo el pueblo en una jornada en las que las calles zalameñas se vistieron de fuego y humo ante una masiva salida a la calle de su población para la celebración de esta singular fiesta. Jachas, petardos y demás material explosivo y pirotécnico cobraron el especial protagonismo que adquieren en esta fiesta, pincelando las calles de Zalamea de colores luminosos y sonidos de explosiones. Una vez apaciguado el fuego, los integrantes de la mayor parte de las candelas, organizaron la cena alrededor de las mismas con carnes a la brasa.
La fiesta se alargó hasta altas horas de la madrugada, donde los más jóvenes se distribuyeron entre las dos candelas existentes en la zona de correos y El Quemaito, festejando este día tan característico. Mañana viernes resumiremos estas jornadas en un amplio reportaje gráfico.
Aprovechamos la ocasión para recordar y animar a todo los fotógrafos que ayer inmortalizaron esta tradición que nos envíen sus fotografías para el concurso que este Diario ha organizado. De momento son varios las personas que ya han colaborado con esta edición de fotografía digital.