Un grupo de empresarios sevillanos, entre los cuales se encuentran dirigentes del anterior Consejo de Administración de la empresa Mantesur Andévalo, actual propietaria de las instalaciones mineras con el apoyo del capital de la compañía suiza Shorton Limited, es el comprador de las tres fincas embargadas a la antigua empresa minera por la Agencia Tributaria, que fueron adjudicadas tras la subasta celebrada en Madrid el pasado jueves por 2,8 millones de euros, un valor 3,8 veces superior al precio de salida, que ascendía a 704.700 euros.
Desde la entidad adquisidora aseguran, ante el temor existente entre los alcaldes y agentes sociales de la Cuenca Minera sobre lo negativo que sería para el desarrollo socioeconómico de la zona que estos terrenos quedaran en manos privadas con fines especulativos, motivo por el cual reivindicaban a la Junta de Andalucía la recuperación de esos terrenos, que el objetivo de su decidida inversión en la compra de esas 1.200 hectáreas es la reapertura y explotación de la mina.
No obstante, hay que matizar que se trata de una meta complicada para este entramado empresarial, ya que la propiedad de la mina continúa en manos de Mantesur Andévalo, que mantiene el contencioso con la Junta de Andalucía para obtener los permisos para iniciar la actividad minera. Y, además, las parcelas adquiridas por este nuevo grupo de inversores, ubicadas en los términos municipales de Minas de Riotinto y El Campillo, son, según aparece publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), zonas de carácter rústico que rodean a los territorios mineros. En cambio, los nuevos propietarios de las fincas subastadas por la Agencia Tributaria aseveran que se trata de espacios netamente mineros.
En cuanto al desarrollo de la subasta, hay que señalar que la propia Mantesur fue una de las múltiples sociedades que pujaron por el paquete de las tres fincas, aunque su máxima oferta, cifrada en 1,7 millones de euros fue superada de manera amplia por los adjudicatarios. Sobre su interés en esas propiedades, desde la propietaria de la mina señalaron ayer que sus aspiraciones no se limitan sólo a la reapertura de la actividad de extracción de cobre, sino también a la puesta en marcha de proyectos de diversa índole. Esto último puede ser, aunque rehusaron hacer comentarios al respecto, la razón por la que intervinieron, aunque sin éxito, en la subasta.
Las venta pública de estas fincas a un precio asequible suscitó un gran interés entre entidades inversoras. Según ha podido saber este periódico, una empresa inmobiliaria almeriense llegó a ofrecer 2,3 millones de euros, de modo que se convirtió en el máximo rival del grupo sevillano que se hizo con el paquete de las tres parcelas.
Una vez que se conoce el propietario de las mismas, los alcaldes y agentes sociales de la Cuenca coinciden en que ahora sólo queda esperar que estos terrenos contribuyan a la creación de empleo en la comarca. Asimismo, el portavoz del Grupo Independiente de Nerva (Giner) en la Mancomunidad, Domingo Domínguez, y el portavoz de la Plataforma Fuegos Nunca Más, Juan Romero, insisten en que se ha perdido una gran oportunidad para impulsar el desarrollo socioeconómico de la zona. En este sentido, Romero añade que la no adquisición de esos terrenos por parte de la Junta "ha hipotecado el patrimonio industrial y natural de la Cuenca Minera".
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