sábado, 19 de julio de 2008

¡Zalamea acoge en sus entrañas al mismísimo diablo!

Zalamea del Arzobispo. Año del Señor de 1348. Ha pasado prácticamente un siglo desde la toma de Sevilla por las huestes de Fernando III el Santo. La religión lo envuelve todo y nada ni nadie escapa al control del Santo Oficio.

Persecuciones y castigos, torturas y martirios: la espada de Damocles pervive impertérrita sobre las testas de musulmanes y judíos, de cristianos nuevos y de extranjeros. Nada ni nadie escapa de las garras de la Inquisición. Ninguno de nosotros está a salvo de ser acusado del peor de los pecados en esta época oscura: la herejía.


Los pupilos de Santo Domingo de Guzmán tienen en sus manos la vida de aquellos que moran en las localidades por donde pasan, por donde son reclamados por Familiares del Santo Oficio ante la incesante duda que sobrevuela sus almas. Y en Zalamea la duda se cierne desde hace tiempo. Un significativo grupo de Padres Dominicos, con el Abad Romualdo al frente, se ha desplazado desde el norte hasta Zalamea alertados por el Familiar en el pueblo. La tarde se oscurece con sus negros hábitos….

¡Penitentian agite, penitentian agite, hermanos! Ha llegado el día y la hora de la Purificación! …..Dios mío, dios mío sálvanos del maligno....

Una sucesión de frases a cargo de casi veinte voluntarios se hacen protagonista en la noche zalameña. Se trata de uno de los ensayos de la representación del auto de fe, que se llevará a cabo a partir de las 00:00 horas del viernes de las Jornadas Musulmano Cristianas en los alrededores del pie de la torre. Todos están inmersos en su papel y ensayan varias veces consecutivas la puesta de escena. Soldados, dominicos, molineros, artesanos y pueblo en general bajo los roles creados por José Manuel Vázquez se suceden en sus intervenciones…Todos se acusan entre ellos, hasta que la Santa Inquisición resuelve el misterio… ¿acogerá el fuego purificador al responsable de los males que acucian al pueblo? El próximo viernes tendremos la posibilidad de ser testigos de la resolución del misterio.