viernes, 25 de julio de 2008

Proclamación de los festejos

Zalamea se echó a la calle para revivir un episodio histórico. La escenificación que Citus Jara llevó ayer a cabo, traspaso del pueblo al Arzobispado de Sevilla, sirvió para inaugurar las Jornadas de este año. Desde hoy la fiesta adquiere otro cariz con la llegada del fin de semana y la afluencia de visitantes al pueblo.

“Damos por nos e por nuestros herederos a la Iglesia de la noble cibtad de Sevilla e a Don Remondo, arzobispo della, e a los que después dél vernán e al Cabildo del mismo logar el castillo de la villa que ha nombre de Almonaster, e el lugar que dizen de Zalamea”

Documento escrito donde se recoge la donación del pueblo y su término a la Iglesia de Sevilla por Alfonso X. esta fue la recreación histórica que llevó a cabo Citus Jara en la noche de ayer para inaugurar oficialmente las V Jornadas Musulmano-Cristianas.

El Arzobispo Don Raimundo de Losa se paseó por las calles zalameñas acompañado por los Reyes de Castilla y un sequito de soldados. La muchedumbre se congregaba entorno a los distinguidos, que con cabeza erguida pasaron junto a los comerciantes y artesanos del pueblo. Un grupo de circenses y músicos alegraron el transcurrir de los nobles por el casco antiguo e hicieron las delicias de la plebe.

Para darle distinción al acto y a modo de bienvenida, el máximo responsable de la organización de los festejos y noble zalameño, Don Manuel Domínguez abrió el turno de alocuciones para proclamar la fiesta a la muchedumbre congregada en el Paseo Redondo. El “Caballero Zalameño” se congratuló de la cooperación del pueblo llano para la organización de un evento con tanta enjundia. Acto seguido tomaron la palabra el Alcalde, Don Vicente Zarza y la Concejala de Festejos, Doña Mª Ángeles Pascual; ambos se mostraron muy felices por recibir a tan ilustres personajes y exaltaron la participación abierta del pueblo en la elaboración de los preparativos, así como a la organización del evento Citus Jara.






A modo de agasajo a los ilustres visitantes, dos trovadores zalameños, José Raúl Llanes, (guitarra) y Alba Villegas (flauta) interpretaron piezas de la época compuestas íntegramente por José Raúl.

En el ámbito de convivencia sana y dentro del programa festivo, una joven árabe, Mari Cruz Gómez, instruyó a un grupo de niñas musulmanas para que bailaran en la noche zalameña y entusiasmaran a los presentes y los padres que se congregaban en las primeras filas del recinto.