Jornada especial para la plantilla y cuerpo técnico del Recreativo, que visitaron el kartódromo.
Derrapes, trompos, giros atrevidos, salidas del circuito, en definitiva, una jornada intrépida y original al margen de los habituales entrenamientos. La plantilla y el cuerpo técnico del Recreativo dejaron por un día las botas y se colocaron un casco para disfrutar a toda velocidad en el Kartódromo de Cartaya.
Por segundo año consecutivo, Joselito demostró tener más pericia al volante de un kart que el resto de sus compañeros y se impuso con autoridad en la final, revalidando así el título logrado el pasado año. El segundo puesto fue para un preparador físico, Nacho Galardi, y el tercero en llegar a meta fue el canterano Chechu.La anécdota de la jornada la protagonizó Manolo Zambrano. El entrenador no esperó a que se apagara la luz roja, que indicaba el inicio de la carrera, y se lanzó en busca de la victoria mientras que el resto de sus contrincantes apostaron por el juego limpio y salieron cuando la luz lo indicó. No obstante, al entrenador no le sirvió de nada sus trampas ya que no pudo hacer frente al veloz Joselito.El cuerpo técnico a través de este tipo de actividades de ocio aspira a que sus jugadores huyan de la monotonía de la concentración y desconecten por unas horas de los entrenamientos y el cansancio acumulado. No obstante, hubo quien prefirió no participar en las carreras por precaución, como es el caso de Barber.
También hubo futbolistas como Beto, que optó por tomar el sol sentado tranquilamente en una silla de la cafetería, y Ersen Martin, que igual por su corpulencia no tuvo más remedio que perderse la carrera.
Al término, de la competición en el kartódromo de Cartaya, el delantero zalameño fue ovacionado en lo más alto del podio por sus compañeros, que disfrutaron de un momento de diversión antes de reanudar ya por la tarde el trabajo de preparación en Cartaya. Después de esta jornada de distracción, los jugadores volverán a ponerse el mono de trabajo para seguir preparando la próxima temporada.