Fernando Cuadri pronunció en la noche de ayer un pregón desde el conocimiento y el cariño que el ganadero le tiene al toro y su entorno en el campo. En su discurso hizo una clara defensa a la Fiesta Nacional, pero señaló a los profesionales para que corrigieran ciertas pautas que hacen bastante daño desde dentro.
El Paseo Redondo, engalanado especialmente para las fiestas, se colmó de expectación para presenciar el acto que abre por costumbre nuestra feria septembrina. En el arranque, La Peña Cultural Taurina quiso mostrar dos audiovisuales para dar impronta al logro alcanzado por el coso taurino, que entró recientemente a formar parte de la Unión de Plazas Históricas. Entre los videos que se mostraron estuvo el que sirvió para defender la candidatura zalameña en Madrid.
Acompañando al pregonero estuvieron Vicente Zarza como alcalde del municipio, Mª Ángeles Pascual, Concejala de Cultura, Adolfo Lozano, Presidente de la Peña Taurina, Domingo Castilla, Presidente de la Plaza de Toros, y Paco Guerrero Merino, Periodista y Presentador del Pregonero 2010. No quisieron faltar a la cita y estuvieron sobre el escenario componiendo la escena, tres de los diestros que se anuncian en los carteles este año, el torero Antonio Nazaré y los novilleros Emilio Molina y Paco Hidalgo.
Desde la sencillez y la humildad que lo caracterizan, Fernando Cuadri trajo hasta el corazón de Zalamea sus conocimientos que tiene sobre la crianza del toro bravo. Una locución realizada desde los sentidos para mostrar a una persona enamorada de su oficio y que supo embriagar con aromas camperos la noche zalameña. Mostró el toro como un animal único al que se le debe cuidar y proteger, de él depende la fiesta y se lucran muchas personas. Defendió, como es normal las corridas, pero también expuso su pesar sobre ciertas pautas adquiridas por los profesionales que hacen mucho daño a la Fiesta y perjudican la imagen exterior.
El ganadero también se mostró disconforme con la normativa europea que obliga a los ganaderos a repetir dos controles de saneamiento al año en las reses, con lo que conlleva esta operación para el ganado bravo.
“No caben a la vez dos cosas en la cabeza”, en este aspecto, el ganadero quiso explicar que el toro antepone su ferocidad y bravura al dolor que pueda padecer en una lidia. Para Cuadri el toro vive 4 privilegiados años en la dehesa rodeado de un entorno único y con todo tipo de cuidados. Para el ganadero no puede prevalecer la lidia de un toro en 20 minutos a estos 4 años de vida.