miércoles, 22 de septiembre de 2010

Carta de agradecimiento de la Hermandad de Penitencia

Zalamea se vistió de gala, sus calles repletas de gente fueron sin duda un pedacito de cielo por el que pasó María portada por sus costaleros. Sin duda fue una procesión extraordinaria, haciendo honor a su nombre, inolvidable, pudimos vivir momentos que quedarán en el recuerdo y que pasarán a la historia de nuestro pueblo. El punto culminante del 50 aniversario de la llegada a nuestra localidad de María Santísima de los Dolores fue la citada procesión, sin embargo tenemos que hacer referencia obligada a los otros actos organizados por la hermandad: Exposición, por la que ha pasado prácticamente todo el pueblo de Zalamea, recibiendo muy buenas críticas. Los cultos revestidos de solemnidad y recogimiento, comenzando con el rezo del Rosario y concluyendo con el Quinario. Como dijo el Padre Longinos al que tuvimos el placer de escuchar el Viernes, por la radio el Sábado haciendo referencia a la conmemoración del 50 aniversario que celebramos durante estos días: ¡Qué Besamano tuvo la Virgen”!. También nosotros le podríamos contestar ¡que maravillosa homilía nos ofreciste!, también para el recuerdo, ojalá la pongamos en práctica y comencemos a derribar los muros que nos oprimen. El segundo día de quinario, el miércoles nuestros niños nos volvieron a dar un verdadero ejemplo revistiendo de solemnidad ese día tan especial. También recordar al Padre Servando con su homilía construida para el pueblo, y por supuesto agradecer la participación de nuestro Párroco D. Manuel Cirilo por su participación el resto de días del Quinario.

Con sinceridad queremos agradecer humildemente a todos los que han hecho posible lo que vivimos durante los días pasados. Cuando la gente se aproxima a los miembros de la Junta de Gobierno para ofrecernos su felicitación, la respuesta es siempre la misma, FELICIDADES AL PUEBLO DE ZALAMEA, por su respuesta, por su apoyo, porque sin duda superó todas las expectativas planteadas por esta hermandad, una vez más, nos sentimos orgullosos de ser zalameños.

Han sido muchas las personas que han colaborado de una u otra manera con nosotros. Por eso permitidnos daros las gracias; gracias a las autoridades y hermandades que nos acompañaron el pasado 18 de Septiembre, en esa noche tan especial; Hermandad de Santa Marina, Santa Cruz el Romerito, Virgen de la Granada de El Campillo, Hermandad de San Vicente Mártir Nuestro Patrón que además quiso demostrar su cariño y aprecio ofreciendo a nuestra Virgen un precioso broche con el nombre de DOLORES, Hermandad de Penitencia del Gran Poder de Nerva, Hermandad que cedió la Toquilla con la que procesionó María en tan señalada conmemoración; Hermandad de Penitencia de los Estudiantes de Riotinto quienes también tuvieron un precioso gesto ofreciendo un maravilloso detalle en forma de Cruz. Gracias a las muchas zalameñas ataviadas de mantilla que acompañaron al paso de Palio durante todo su recorrido y que revistieron aún de más solemnidad todo lo sucedido. Gracias al Ilustrísimo Ayuntamiento porque su colaboración también ha sido necesaria para dar vida a todo lo organizado por esta Junta de Gobierno. Gracias al coro parroquial y al coro parroquial juvenil, que pusieron un toque musical inigualable durante los días del Quinario. Gracias a amigos del patrimonio y especialmente a su presidente Antonio Conejo, pregonero de nuestra Semana Santa 2010 y que tan estrechamente ha colaborado con nosotros, impresionante la exposición fotográfica de la que hemos podido disfrutar, ellos fueron los artífices de la misma. Gracias al grupo amigos del Rosario. Al día siguiente de la procesión, una mujer nos indicó, ¿sabéis cuál fue la mejor ofrenda que recibió la Virgen durante toda la noche?, sin duda las canciones del Rosario que magistralmente fueron interpretadas por los hombres de Zalamea, porque esto es nuestro, y por tanto es la ofrenda más significativa. Gracias a Mª Ángeles Rioja por tener tan bellamente preparada a la Divina Pastora para el encuentro con la otra señora de Zalamea. Gracias a Rafael López Ramos y a María Torres Mateo. El corazón se aceleró, las lágrimas florecieron y la piel se estremeció al escuchar tan bello canto compuesto por un Zalameño para la Madre de Dios representada en esa noche mágica por las 2 reinas de Zalamea Su Pastora y su Dolorosa. Que sentimiento y pasión en tu canto María, que supiste interpretar a la perfección la preciosa letra que Rafa te ofreció. Gracias a Fran Rachón y a Joselino, que pusieron el toque de solemnidad y seriedad en el Ave María ofrecido desde el balcón del Ayuntamiento, ¡y qué silencio! ¡qué respeto! Una vez más Olé por el pueblo de Zalamea. Gracias a Magdalena, Juan Carlos y su familia que han cedido su fachada para colocar el azulejo conmemorativo que descubrieron los costaleros y que éstos han regalado al pueblo de Zalamea en memoria de todo lo acontecido, que bella imagen que nos hace recordar tan bellos momentos, el comenzar a andar por la plaza y encontrarse al fondo con la bendita imagen de María de los Dolores. Gracias a Gegorina y a Pepi Pichardo Muñiz que con tanto esmero han elaborado las nuevas caídas para el Paso de Palio. Gracias a nuestra banda que sonó como nunca, todo fue especial en esa noche y ellos también pusieron su granito de arena. Gracias a su Director José Raúl por su maravillosa creación que fue el punto de partida de lo que nos disponíamos a vivir posteriormente. Gracias a José Eduardo que en el recogimiento del Templo hizo la primera llamada a esos costaleros llevándolos a las puertas del cielo, para que María se despidiera de su hijo querido, Nuestro Padre Jesús Nazareno, que con una sonrisa Le dijo:

“María ve con tu pueblo
Que te espera impaciente
A las puertas del Templo.
Ve con tu pueblo
Que quiere demostrarte
Su cariño y su respeto,
Ve con tu pueblo
Que quiere adorarte
Y que los bendigas de nuevo”.

Y María salió, y el pueblo enloquecido la recibió con cientos de miradas chispeantes encajadas sobre Ella. La luna se asomó tímidamente sobre los balcones del cielo, donde se encontraban tantos y tantos zalameños orgullosos de ver desde ese lugar de privilegio lo que en su pueblo estaba sucediendo, y seguro se dirigían a Ella diciéndole Gracias Madre por todo lo bueno.
Pero si María paseo por su pueblo de forma majestuosa, se debe sin duda a sus costaleros, que pusieron todo su corazón y su alma en llevarla como la vimos, dulce alfombra de algodones sobre cervix dolorida, que engalanaban el paso y aliviaban sus dolores. ¡Qué Pasión! ¡Qué sentimiento! ¡y qué envidia!, pues fueron privilegiados al portar sobre sus cuellos a la reina de los Cielos. Y el dolor se convirtió en sonrisa, y la risa en luz divina que iluminase sus ojos, luz salida de una flor, flor salida de unas manos y del esfuerzo de sus costaleros. Gracias a ese grupo que conforma la cuadrilla de Palio porque su empeño y su esfuerzo dieron sus frutos, y de ellos es también la culpa que el 18 de Septiembre de 2010, fuera una noche para el recuerdo. Recuerdo que florecerá cada vez que contemplemos el majestuoso azulejo colocado en el Centro del corazón de nuestro pueblo. Gracias a su capataz que supo dirigir los pasos de los elegidos, y transmitir con voz serena los muchos sentimientos que revoloteaban en sus adentros, y en su recuerdo una “levantá” de ensueño en los pórticos de Gloria de la Divina Pastora. Gracias a sus Contraguías que con su labor ayudaron también a llevar a María.

Gracias a Tí Madre Mía por permitirnos honrarte y quererte, gracias Madre por tu divina presencia, por ser nuestra protectora. Gracias Madre por dejar que los Zalameños te contemplasen hermosa entre flores y varales, entre luces y las sombras, entre sonrisas y llantos, entre silencios y cantos, entre dolor y consuelo, entre sufrir y gozar de tus hijos costaleros, entre presente y pasado, entre nostalgia y sentimiento por tus hijos que se fueron, entre ancianos y jóvenes, entre sones de Rosario que nos llevan hasta el Cielo, entre pétalos de rosas que endulzan tu rostro bello, entre Salves desgarradas que salen desde lo interno, entre plegarias y rezos, entre imágenes perennes que serán el testimonio de tu paso por el pueblo, en esa noche bendita, en esa noche de ensueño, en la que gargantas rotas lanzan cánticos al cielo alabando a su Madre la Reina del Universo, y Zalamea se hizo voz y la voz se hizo consuelo, Dios te Salve, Madre Mía, ruega por este tu Pueblo.

La Junta de Gobierno de la Hermandad de Penitencia
Zalamea la Real