Mayordomo de estos días grandes para todos los Zalameños. Unos días en los que todos nos reunimos por mediación de San Vicente (Mártir, Testigo de Jesucristo) para unirnos en Hermandad a través del Amor de Dios.
En estos tiempos, en los que priman “otros valores”, no debemos olvidar el verdadero significado de nuestra festividad. Es una festividad, zalameña, de culto a la imagen de ese testigo que cogió de ejemplo a Jesucristo y que con su valor venció (de ahí vencedor-Vicente) en el “combate” de la fe. Creencias que hoy en día, pasados ya 582 años, llegan a nuestros corazones, transmitidos por nuestros ancestros, en forma de solidaridad, fe, esperanza, amor etc.
Como he comentado anteriormente, es para mí un placer dirigirme a Zalamea, mi pueblo. Son muchos los sentimientos y los cambios que se han producido en mi vida desde que este año pasado recibiera del mayordomo saliente esa vara que me ilusionaba ya desde niño y que hoy en día me sigue ilusionando y me llena de satisfacción poder compartir con toda mi familia. Una mayordomía que me gustaría disfrutar con mis padres y hermanos como no pudimos en su momento. Por eso permítanme decirles que este año no es sólo 2008 sino también parte de ese 1995; año en el que representé junto a mi hermana a unos padres a los que simplemente les quiero y les debo todo.
He hablado antes de cambios y no quería dejar pasar esta oportunidad sin nombrar el que ha sido el más importante: unirme a una mujer que respeta, apoya, y comparte conmigo muchos sentimientos hacia Nuestro Santo Patrón.
Para finalizar, me gustaría no sólo darles las gracias a los que compartieron conmigo estos últimos cuatro años en frente de esta Hermandad, sino agradecer a esta nueva Junta de gobierno, su dedicación, voluntad y sacrificio que estoy seguro están poniendo y desarrollan para que esta festividad y tradición vaya a más. Papel importante que tienen no sólo miembros con experiencia sino ese “espíritu de la juventud” que llenan de fuerza y entusiasmo a esta Zalamea. Son tantas las personas a las que me gustaría nombrar desde éstas líneas que no terminaría nunca; así que gracias a todos los que saben que forman parte de mí y de esta festividad.
Sin más invitaros a todos a los actos que se celebrarán para honrar la memoria de nuestro Santo Patrón y desearos que sean unos días de reunión, solidaridad, felicidad y amor.