No hubo pacto PSOE-IU en la Mancomunidad de la Cuenca Minera de Río Tinto, cuyo pleno quedó constituido ayer, en medio de un canto al consenso y al diálogo por parte de todas las fuerzas políticas, bajo la Presidencia del alcalde de Berrocal, el socialista Juan Jesús Bermejo.
El también dirigente de la Asociación para el Desarrollo Rural (ADR) de la comarca, en consecuencia, gobernará el ente supramunicipal en minoría, en el marco de una Corporación en la que el puño y la rosa cuenta con 12 vocales; la coalición izquierdista, con 6; el PP, con 6; y el PA, con 2. Un mapa que invita al diálogo e impone la necesidad de que se suscriban acuerdos puntuales entre grupos.
Ésa es la filosofía que debe imperar en la Mancomunidad, la de la unanimidad, según la declaración de intenciones de Bermejo, que recibió el testigo del ex alcalde de Zalamea la Real y actual delegado provincial de Educación, Vicente Zarza, tras recibir el voto favorable de 11 miembros de la bancada socialista (faltaba el regidor de Campofrío, José Julio González) y la abstención de los seis vocales de IU. Enfrente, la candidatura presentada por el PP, personalizada en la alcaldesa de Minas de Riotinto, Rosa María Caballero, obtuvo el apoyo de 8 vocales, los seis populares y los dos del PA, ambos de El Campillo, donde el andalucista Francisco Javier Cuaresma accedió al poder merced a una alianza con el PP que se traslada ahora, por tanto, al seno de la Administración comarcal.
PSOE, IU, PP y PA firmaron el mismo discurso: unidad para afrontar los retos de una comarca acuciada por la crisis desde el cierre del monocultivo del cobre. Ésta es la razón que arguyó el izquierdista Óscar Collado (Nerva) para no rubricar el denominado pacto de progreso con los socialistas, para "hacer obligatorio el consenso", ya sea unánime o parcial. De la misma manera, la popular Rosa María Caballero mostró la predisposición del partido de la gaviota para "arrimar el hombro" con la meta de que la Mancomunidad repercuta en el desarrollo del conjunto de los siete municipios que la conforman. El nacionalista Francisco Javier Cuaresma, por su parte, abogó por un "gran tratado social y político" que se sitúe "por encima de siglas".
Óscar Collado concretó, en este punto, que la prioridad ha de ser el esclarecimiento del estado de las cuentas de la institución supramunicipal para que, a partir de ahí, ésta "se pringue" en la apuesta por la creación de empleo y "exija a todas las administraciones que inviertan de un modo decidido en la Cuenca para dar soluciones a los problemas de quienes más sufren". Un llamamiento que tuvo respuesta en la intervención del nuevo presidente, que anunció la "inminente" convocatoria de una reunión de todos los grupos políticos con representación en la Mancomunidad para "analizar su situación actual y tomar un rumbo común" que gire, bajo sus palabras, en torno a la reapertura de la mina, los desdobles de las carreteras N-435 y A-461, el Parque Empresarial y Tecnológico de la Cuenca Minera como eje de la diversificación, el fomento de la cultura emprendedora o la protección del entorno y su aprovechamiento turístico.