El Zalamea mostró ayer su peor cara de la temporada al enfrentarse a un equipo, que con muy poco, se sintió superior de principio a fin. El conjunto entrenado por Juanma adoleció de la entrega necesaria, y en cuanto al juego siempre fue a remolque del fútbol directo planteado por el Repilado.
Desde el cuerpo técnico se había advertido sobre el juego que realiza el Repilado en su feudo, se tenían en cuenta sus buenos resultados en casa y se tenía conciencia de las dimensiones del terreno de juego. Pero todas estas consignas se quedaron en la caseta, el equipo no salió enchufado desde el principio, con esa predisposición que te hace ser alguien en esta dura categoría donde el juego no tiene porque ser vistoso. Se puede decir que el Zalamea se dio de bruces con la cruda realidad de una categoría que honra el trabajo y el sacrificio. Y de esta manera, un equipo inferior al Zalamea, muy inferior, tuvo en la tarde de ayer el partido controlado de principio a fin. El resultado final, 1-0, no refleja una victoria brillante y de grandes titulares, pero para quienes presenciamos el encuentro, representa el fruto de un equipo concienciado de sus limitaciones que es capaz de salir al campo con las ideas claras y ejecutarlas.
El conjunto zalameño volvió a salir al campo descolocado, con un centro del campo desaparecido, en el cual Juanma no encuentra esa pareja que se haga de una vez con las riendas del juego. Por distintos motivos, el míster zalameño se las ve y se las desea todas las semanas para disponer de todos los mediocentros; en la mayoría de los casos por lesión y otras por motivos personales. Está claro que para Juanma Carlos “chispa” es titular indiscutible, pero se las está viendo y deseando para encontrarle una pareja de baile que le de empaque al centro del campo. En la mayoría de las veces el juego del Zalamea no tiene la fluidez que debiera y los extremos, muy ofensivos, no tapan su lado como debieran, por lo que las perdidas de balón se traducen en acciones de verdadero peligro para los rivales.
La tarde de ayer comenzó a nublarse en la previa cuando la expedición montó en el autobús con numerosas bajas, a destacar la de Portu, con los huesos de un dedo del pie rotos, y la de Carlos, que por motivos laborales no pudo viajar con el equipo. Luque, que fue de la partida pese a sus molestias en el tobillo, tuvo que retirarse del encuentro, y Juan Centeno, el mejor en la tarde de ayer, jugó con el hombro tocado los 90´. Siguiendo con el carrusel de bajas, Fernando “cesareo” sigue convaleciente de sus molestias en el muslo, y uno de los jugadores más enforna de la plantilla, Migue, se tuvo que ausentar por motivos personales. Una buena noticia supuso la vuelta de Vicente Oliva, que tras obtener una ficha vacante la semana pasada, hizo su debut con el equipo jugando unos minutos en la segunda parte.
Antes de que se llegara al descanso, el Repilado en jugada colectiva por la banda derecha anotó el 1-0 en el marcador. Al descanso caras largas y desánimo en la hinchada zalameña que estuvo representada por el Frente Pardo. Los segundos 45 minutos, más ahínco, pero poco que contar con respecto al juego ofensivo del equipo. El Repilado, muy bien plantado en el terreno de juego, se llevaba todos los rechaces por insistencia y se aprovechaba de las segundas jugadas tan temidas por los entrenadores y que en tantas veces deciden los encuentros. A estas horas de hoy lunes 23, si el partido hubiera continuado, creo que el Zalamea aun no hubiera hecho gol, al menos esa es la sensación que te transmitía el devenir del partido jugado ayer en plena Sierra de Aracena con un paisaje otoñal dotado de hermosura.
A destacar en esta segunda mitad, un gran chut de Meka desde la frontal de media bolea que obligó al meta local a estirarse con un balón que buscaba la escuadra derecha de su portería. Poco más; y como no, destacar, también a la figura de Juan, que pese a su lesión de hombro, se mostró seguro bajo palos con unos rivales de gran envergadura (que altos en Repilado) y realizó una gran parada en las postrimerías del los segundos 45 que hizo sonar las palmas de la grada visitante.
El Zalamea de esta manera baja a la Séptima plaza con 11 puntos, a 5 del Medina Arsena que ocupa la tercera posición. El próximo rival en casa, el Encinasola, se sitúa un punto por encima y tiene que ser un contrincante propicio para cortar esta racha negativa de juego y puntos.