Entonces el Carnaval no se había “comercializado”, y por lo tanto salvo excepciones que era la gente de alta… (¿ponemos posición económica?), podían desplazarse a Sevilla, a las casas que alquilaban ropa a las empresas de cine, para alquilarse un traje “de película”, más o menos como cuando queremos disfrazarnos de “pingüino” para un rato de una boda, por ejemplo.
Pues bien, la gente del pueblo buscaba y rebuscaba baúles y armarios esperando encontrar ropa vieja de los abuelos, y con lo que encontraban se disfrazaban de lo que en mente tenían. En mi archivo hay fotos muy curiosas de gentes disfrazadas, por ejemplo de gitana canastera, de panadera, de china… o de cualquier otra forma, pero siempre con ropa de casa. Yo en Zalamea no lo oí nunca, pero en Valverde se le decía disfrazarse de “bobo”. Ahora seguimos más las pautas que vemos en la televisión y así copiamos a las murgas de Cádiz haciendo competiciones. En Zalamea, esas murgas competían en las calles, al menos es lo que he sacado en claro con unas coplas de 1800 y pico, y que el amigo “Joselino” comparte conmigo y puede dar fe de que existen.
Bueno pues nada más. Estas líneas han servido para que salgan a la luz unas “fotillos” de unos años atrás, en los carnavales.
Pastor, febrero del 2008.