Cada cuatro años nos abren la puerta, barren el umbral y nos dan a elegir, las personas, que se van a encerrar otros cuatro años a trabajar y a abrirnos nuevas perspectivas para nuestro pueblo, para nuestra gente. Ellos tienen el compromiso de luchar por la construcción de formas de vivir y convivir, desde lo cotidiano a las grandes decisiones.
No deben de desechar los sentimientos de lo que llamamos vida pública, tienen que seguir siendo capaces de construir una democracia para la paz y la convivencia.
¿Cómo queremos transformar la sociedad si no contamos con los jóvenes ?
Ellos son el futuro de nuestro pueblo y tienen mucho que decir aunque algunos los tachen de que no quieren saber nada de política, quizás en su forma de hablar, pero no en su interior.
Ellos sienten las injusticias, el paro, el no saber o no encontrarse bien en algunos sitios.....
Tienen que escuchar las demandas de nuestras gentes, de nuestros vecinos, para que así puedan participar en las mejoras de nuestra vida pública y social.
En una democracia formal y para mejor vivir tienen que aportar mucho las mujeres, día a día y demostrar que son personas con mucho que decir y decidir , sin discriminación, ni incluso por su trabajo en la calle o en su casa. Su formación política es algo por lo que tienen que luchar.
La carrera electoral no debe de empezar con la tradicional pegada de carteles, ni con las convocatorias de todos los partidos. Hay un trabajo interno en el que se van perfilando las prioridades en materias sociales principalmente. Después llegan las reuniones, contactos, consultas, estudios, actuaciones regidas por el principio de proximidad y la idea de que el contacto con los ciudadanos es la clave para entender sus necesidades y buscar la manera de responderlas y plasmarlas en el programa electoral, carta de presentación y casi contrato de compromiso entre los votantes.
Marisa Domínguez Núñez.
Tienen que escuchar las demandas de nuestras gentes, de nuestros vecinos,
No deben de desechar los sentimientos de lo que llamamos vida pública, tienen que seguir siendo capaces de construir una democracia para la paz y la convivencia.
¿Cómo queremos transformar la sociedad si no contamos con los jóvenes ?
Ellos son el futuro de nuestro pueblo y tienen mucho que decir aunque algunos los tachen de que no quieren saber nada de política, quizás en su forma de hablar, pero no en su interior.
Ellos sienten las injusticias, el paro, el no saber o no encontrarse bien en algunos sitios.....
Tienen que escuchar las demandas de nuestras gentes, de nuestros vecinos, para que así puedan participar en las mejoras de nuestra vida pública y social.
En una democracia formal y para mejor vivir tienen que aportar mucho las mujeres, día a día y demostrar que son personas con mucho que decir y decidir , sin discriminación, ni incluso por su trabajo en la calle o en su casa. Su formación política es algo por lo que tienen que luchar.
La carrera electoral no debe de empezar con la tradicional pegada de carteles, ni con las convocatorias de todos los partidos. Hay un trabajo interno en el que se van perfilando las prioridades en materias sociales principalmente. Después llegan las reuniones, contactos, consultas, estudios, actuaciones regidas por el principio de proximidad y la idea de que el contacto con los ciudadanos es la clave para entender sus necesidades y buscar la manera de responderlas y plasmarlas en el programa electoral, carta de presentación y casi contrato de compromiso entre los votantes.
Marisa Domínguez Núñez.
Tienen que escuchar las demandas de nuestras gentes, de nuestros vecinos,