……Con los primeros esbozos del nuevo calendario hemos visto florecer en nuestros campos los almendros con sus típicas florerillas rosadas. Duendes en su despertar aletargado jugueteando entre galerías de ramas en el frío invierno con cielos pardos y entristecidos. Ha florecido el geranio en nuestros patios y balcones, la enredadera ha trepado prematuramente mostrando algarabía. El jazmín con sus primeras flores nos avisa con una melodía floral, el arribo puntual de la perfumada estación que se avecina.
Con un clamor repleto de alegría se muestra la primavera al repicar en nuestras ventanas cerradas. Pero un invierno contagiado, recobra un impulso adormecido por su propia sobriedad y abre en su último aliento, torbellinos que corren furiosos por los pasillos del desenfreno juvenil……
Con un clamor repleto de alegría se muestra la primavera al repicar en nuestras ventanas cerradas. Pero un invierno contagiado, recobra un impulso adormecido por su propia sobriedad y abre en su último aliento, torbellinos que corren furiosos por los pasillos del desenfreno juvenil……