lunes, 8 de febrero de 2010

Reminiscencia cofrade



La Hermandad de Penitencia concluye con gran aceptación la muestra de Arte Cofrade que ha estado expuesta durante todo el fin de semana en la Casa Cilla. El sábado la Banda de Cornetas y Tambores de Aracena, que actuó en la parroquia, interpretó varias marchas procesionales por el centro del pueblo.

Durante todo el fin de semana, como ya anunciamos en nuestro diario, las puertas de la Casa Cilla han estado abiertas para acoger en su interior una interesante muestra de Arte Cofrade. La Hermandad de Penitencia, que desde hace meses trabajaba para elaborarla, ha contado con el apoyo de las hermandades de la comarca, así como de talleres dedicados al arte sacro. Los visitantes que han acudido, en gran número durante los tres días de apertura, han disfrutado de un legado amplio e interesante.

La Hermandad de Penitencia expuso dos mantos del siglo XIX de gran valor patrimonial, ya que son de los pocos bienes que sobrevivieron a la guerra, una colcha que tapaba una antigua imagen de un Cristo Yacente y que se estima que es del siglo XVIII, dos faroles del Paso de Cristo, una corona del siglo XVII y dos puñales. La Hermandad muestra también en la Casa Cilla dos juegos de potencias, una de ellas atribuida al círculo de Martínez Montañés y una saga bordada con apliques del siglo XVI que también sobrevivió a la guerra.

Por su parte, la Hermandad de San Vicente Mártir expone, entre otras pertenencias, su libro de reglas, un copón y un cáliz; la Hermandad de la Santa Cruz de “El Romerito” ha traído a la muestra un Simpecao bordado con cruz de plata y carey; así como el estandarte de la Divina Pastora y dos varas.

Desde la Cuenca Minera nos ha llegado también un rico patrimonio artístico; la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor de Minas de Riotinto expuso una túnica del Cautivo de finales del siglo XIX bordada con hilo de seda, distintos enseres con sus insignias en cobre o las bambalinas de un paso de cajón de principios del siglo XIX con bordados que fueron realizados en los talleres que tenía la compañía minera.

La Hermandad de Nuestra Señora de la Granada de el Campillo mostró el estandarte de la Virgen y un juego de varas. Desde Nerva, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder trajeron dos llamadores, uno del palio y otro del Cristo, realizados en el taller del orfebre sevillano Miguel de los Ríos.

En consonancia con los talleres, destacar la colaboración de tres instituciones en la muestra, Bordados Pavón Reyes de Huelva, Orfebrería Domínguez de Sevilla y el Taller de Arte Religioso Sacro Salmerón de Ciudad Real.

Bordados Pavón Reyes de Huelva expuso una cinturilla de la Dolorosa de gran valor artístico y varias fotografías en la que pueden contemplarse algunos de los trabajos realizados por este taller onubense. la Orfebrería Domínguez de Sevilla también mostró fotografías y distintas obras de orfebrería, así como una Virgen del Rocío en plata, y un puñal de gran valor artístico entre otras cosas. Desde Ciudad Real, el Taller de Arte Religioso Sacro Salmerón ha querido traer hasta Zalamea la Real una parte de sus trabajos realizados en orfebrería, madera o metal, entre los que destaca un llamativo candelabro de estilo semi barroco, unos respiraderos con distintos acabados en madera de cedro, en pan de oro y en plata nueva o envejecida, faroles guía, faroles de paso y llamadores. También participó de la muestra la floristería Liriope, negocio local, que cuenta con muchos años de experiencia en la decoración de actos religiosos, así como en la ornamentación floral de los tronos en Semana Santa.

El sábado, paralelamente a la muestra de Arte Cofrade, se contó con la presencia de la Banda de Cornetas y Tambores de Aracena, que tras realizar un pasacalles por el centro del pueblo, interpretó varias marchas en el interior de la Parroquia. Penitencia, de esta manera, quiso amenizar la jornada en Zalamea para dotarla de ese aire primaveral tan característico en la Semana de Pasión. Por la mañana muchos zalameños/as y foráneos pudieron disfrutar de visitas guiadas al tesoro de la Iglesia, donde se guardan reliquias de gran valor artístico y sentimental. A destacar también, la labor de la Junta a la hora de servir dulces y cafés en el Salón Parroquial, cuyos beneficios irán destinados en paliar los daños sufridos por el seísmo de Haití.