El Zalamea CF logra un meritorio empate en Beas, 1-1; en un encuentro polémico y no exento de violencia; un aficionado local agredió con su paraguas a José Javier cuando protestaba al árbitro tras señalar un penalti en contra del Zalamea. Tras el gol local, Pablo Matilla, en el último minuto, consiguió el empate de libre directo en la frontal.
Mal arbitraje y pésima imagen en el Municipal beasino, donde los jugadores del Zalamea tuvieron que salir escoltados por la Guardia Civil a la conclusión del envite. Todo se originó tras la señalización de un penalti inexistente a favor del Beas en la segunda parte. José Javier en las protestas al árbitro junto con otros jugadores zalameños fue agredido por un grupo de aficionados locales que se saltaron de forma incomprensible al campo. Uno de los agresores llegó a pegarle con su paraguas al capitán zalameño cuando el árbitro lo expulsó por doble amarilla. Si mal pitó el árbitro, que se tuvo que apoyar en el juez de línea para decretar la pena máxima, mal fue el criterio a seguir cuando el señor colegiado no dio por concluido el encuentro tras la agresión. Este tipo de actos deben estar castigados duramente, y no se puede consentir. Es incomprensible que tras una invasión de campo y agresión, el juego se reanude como si tal cosa, como si no hubiera pasado nada. La Federación debería de entrar de oficio en este caso, y más, tras la denuncia que el jugador zalameño ha puesto en el Cuartel de la Guardia Civil tras su llegada a Zalamea y la constancia que ha reflejado el árbitro en el acta de los hechos.
En lo que a fútbol se refiere, el Zalamea CF viajó en la tarde de hoy a Beas para enfrentarse a uno de los gallitos de la clasificación. Tras el primer envite de ambas escuadras en el Perea Anta, donde el Zalamea logró una brillante victoria, el conjunto beasino ha sabido mantener una buena línea de resultados que lo han mantenido en los puestos altos de la tabla.
La primera parte, donde el árbitro le anuló un gol al Zalamea de forma justa, transcurrió de forma vertiginosa, y ambos conjuntos tuvieron sus ocasiones para desnivelar la contienda, pero a la conclusión de los primeros 45 se llegó con el 0-0 en el marcador.
A la reanudación, el partido se volvió tenso, ambas escuadras se jugaban tres puntos importantísimos a estas alturas de la temporada y el punto se antojaba corto para ambos intereses. A mediados del segundo periodo, el árbitro anuló otro gol al Zalamea, esta vez de forma injusta, ya que Jesús en el salto con el portero no hizo falta, y el balón entró de forma justa en el marco beasino. Faltando 15 minutos para el final, llegó la jugada más polémica del encuentro, el árbitro de forma incomprensible señala penalti en el área rival tras una buena intervención de José Javier con un rival. Los jugadores zalameños protestaron la decisión de forma airada, ya que el árbitro tuvo sus dudas al señalarlo y buscó la complicidad del juez de línea para asegurarse la decisión. En este momento, y tras expulsar a José Javier por doble amarilla, se desarrollan los acontecimientos que narramos arriba. El Zalamea se sobrepuso a lo acontecido y supo quemar sus bazas hasta el final. La justicia llegó en el 89 de encuentro, cuando Pablo tras falta en la frontal, logró un golazo de libre directo.
A la conclusión del encuentro, los incidentes se volvieron a repetir y los jugadores zalameños tuvieron que salir escoltados del campo por cuatro guardias, que se personaron en el municipal tras los incidentes surgidos tras el penalti.