La compañía y la Junta supervisan la regulación para evitar filtraciones de aguas ácidas de La Aguzadera. Sólo en diciembre se han recogido en la comarca 479 litros/m2.
El tercer mes de diciembre más lluvioso desde 1887 ha obligado a la multinacional propietaria de la mina de Riotinto a gestionar caudales extraordinarios de agua en las presas de Gossan, Cobre y Aguzadera para evitar riesgos y filtraciones de aguas ácidas a los cauces que, a través del Tintillo, desembocan en la cuenca del río Odiel.
Emed Mining asegura que durante el temporal ha extremado las medidas de seguridad y ahora se dispone a realizar un análisis de lo acontecido y una evaluación de riesgos con la participación de sus propios expertos y el intercambio de información con la Junta de Andalucía.
Los inspectores de la Administración andaluza han visitado las instalaciones para supervisar y regular la situación en una zona que no hay que olvidar acoge la presa minera de La Aguzadera, la mayor de Europa de sus características con una capacidad de 90 millones de toneladas de lodos tóxicos.
La presa está ubicada entre Riotinto y Campofrío y sus aguas ácidas son visibles desde la carretera que une ambas localidades. Ha sido utilizada históricamente para depositar los residuos y lodos procedentes de la antigua línea del oro. Debido a este uso polimetálico, sus aguas contienen ingentes cantidades de arsénico, cinc, óxidos varios e incluso cianuro.
Emed Tartessus asegura que "ha controlado la tasa de descarga del embalse de Campofrío y la gestión de los niveles del agua en cada uno de los depósitos de estériles, además de la sustitución y reparación de equipos". El agua se mueve en la zona desde Cobre hasta Aguzadera y luego a Gossan.
Hasta el comienzo de las lluvias habían caído en la comarca 392 litros por metro cuadrado en todo un año mientras que sólo en el mes de diciembre se calculan 479 litros.
El Proyecto Río Tinto, pendiente de la evaluación definitiva de la Junta de Andalucía para su puesta en marcha a lo largo de 2010, ha recalcado los trabajos desarrollados debido a las intensas lluvias y Emed se muestra "satisfecha" por la efectiva gestión del agua de descarga de Campofrío. Su canal perimetral, el conducto que acarrea el agua de lluvia en la mina y aguas abajo, ha estado a un 50% de capacidad sin llegar a desbordarse. Asimismo, el agua de las presas, que estaban casi vacías a principios de diciembre, ha sido controlada e incluso tienen capacidad extra.
Los ecologistas piden que se extremen las medidas de control sobre las presas mineras para evitar que las aguas ácidas que retienen acaben en los cauces públicos y recuerdan que es necesario que la Junta de Andalucía obligue a las empresas propietarias de balsas mineras, la mayoría de ellas cerradas, a realizar labores de restauración medioambiental.