La reapertura de la mina de Riotinto se producirá durante el primer semestre de 2011, con una plantilla de unos 400 trabajadores y una capacidad de producción de nueve millones de toneladas de cobre, según la intención de la empresa Emed Tartessus, filial de la multinacional Emed Mining, que gestiona el proyecto. A pesar de esta rotundidad, Emed se encuentra otro escollo que le impide potenciar el negocio: la imposibilidad de realizar los estudios geotécnicos en terrenos limítrofes propiedad de la promotora inmobiliaria Rumbo 5.0.
Esta sociedad posee 1.200 hectáreas de terrenos en el término de Minas de Riotinto y pretendía desarrollar, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, un ambicioso proyecto turístico (Vía del Atlántico) encaminado al mercado inglés y al de provincias limítrofes. El conglomerado, muy bien relacionado con los resortes del poder andaluz, adquirió el paquete de tres fincas, en Riotinto y El Campillo, que suman 1.197 hectáreas de la extinta MRT subastadas en diciembre de 2005 en Madrid por la Agencia Tributaria.
En declaraciones a los periodistas durante una visita realizada ayer a las instalaciones mineras en la localidad de Minas de Riotinto, el consejero delegado de Emed Mining, Harry Anagnostaras-Adams, advierte que para que estas previsiones se cumplan es necesario ejecutar los objetivos previstos para este año 2010.
Entre ellos se encuentran el fin de la tramitación de los permisos y autorizaciones necesarias en función de la legislación vigente y exigidos por la Junta de Andalucía y la culminación de los trabajos geotécnicos. Junto a éstos, a últimos de año, la empresa prevé iniciar los trabajos preparativos de las instalaciones para la puesta en marcha, de forma que en el primer semestre de 2011 se suministre el material a la planta para su proceso y para la segunda mitad de año esté a plena producción.
Respecto al interés de reabrir una mina por la que hace diez años nadie apostaba, Anagnostaras asegura que han sido dos los factores que han modificado dicha situación: uno, el precio del cobre, que es tres veces superior al de entonces y, otro, que con las inversiones están consiguiendo "que la mina venga al siglo XXI; es decir, que las instalaciones tengan mejor rendimiento y eficacia".
El consejero delegado de Emed Tartessus y director general del PRT, Bill Enrico, indicó que trabajan en la reducción de costes con la aplicación de nuevas tecnologías para la recuperación de mineral, con lo que han logrado "aumentar la producción máxima, pasando de los siete a los nueve millones de toneladas de cobre".
El proyecto de Minas de Riotinto tiene una duración inicial de diez años ampliables hasta 23 y va a suponer una inversión de 211 millones de euros, de los que siete se destinan a sondeos para alcanzar ese aumento de su longevidad y en torno a 60 a mejoras y reparaciones de la corta.
El plan de negocio tiene como objetivo arrancar la producción de manera suave y segura implementando una gestión según los estándares internacionales y propios del siglo XXI. A partir de ahí, mejorar el Proyecto de Río Tinto a largo plazo para prosperar como un proveedor de cobre fiable y competitivo para las fundiciones europeas, como Atlantic Copper.
El apabullante número de solicitudes, cerca de 3000, presentadas en apenas dos semanas al proceso de selección de personal para la reapertura de la mina ha reabierto el debate sobre su conveniencia, además de poner de manifiesto la crítica situación socioeconómica por la que atraviesa la Cuenca Minera desde el cese de la actividad minera. De hecho, la mina es el único proyecto con probabilidades de salir adelante, al tiempo que otras industrias entran en crisis, como Río Tinto Plásticos, Nature Pack, Nerva Croissant o Tubespa.