Tras la exitosa actuación de Penélope Carrasco el pasado 28 de febrero, el Ruiz Tatay volvió a acoger la presentación de un artista de nuestro pueblo. José Raúl Llanes, acompañado por su grupo A-Quattro, entusiasmó al publico en el concierto del sábado pasado. Las ovaciones se prolongaron durante toda la noche, en especial una que duró cerca de un minuto.A lo largo del año nos encontramos con actuaciones de todo tipo, pero en el recuerdo quedan los momentos memorables que hemos vivido en las últimas semanas en el teatro zalameño. Exquisitas pinceladas que dan brillo a la programación cultural y desbordan el entusiasmo del público que ocupa las butacas del Ruiz Tatay.
De todos es conocida, la capacidad creativa de José Raúl Llanes; Director de la Banda, compositor, profesor de música y extraordinario intérprete con su instrumento favorito, la guitarra. Pero nuestro paisano de adopción, venía el sábado con otro propósito, quería mostrarnos una faceta desconocida para el gran público. En el campo de las artes y la creatividad, cuando se juntan el talento con la imaginación, surgen los duendes de los genios. A-Quattro lo forman cuatro amigos que se conocieron en el Conservatorio de Huelva. Cuatro talentosos músicos que, con distintos instrumentos, componen una formación digna de estudiar. Y digo lo de estudiar, porque el pasado sábado, los que acudimos al teatro pudimos asistir a una clase magistral de música, donde las barreras, tanto artísticas como geográficas, estaban en continuo movimiento vertiginoso, mostrando un compendio de fusión pura y meticulosamente hilvanada por los cuatro instrumentos. Las composiciones que José Raúl ha creado para A-Quatro hacen clara referencia a un estilo fresco e innovador, alejado de ambiguas tendencias. Un sonido trivial, que en las formas resulta substancial para los sentidos.
