Con la llegada de la primavera el tiempo se torna variable y las predicciones se hacen muy difíciles. La semana comienza con la llegada del extremo de un frente poco activo por el Oeste; por lo que esta noche, los cielos comenzarán a toldarse y mañana podrá existir la posibilidad de lluvia débil. Aunque difícil de predecir, podemos adelantar que la Semana Santa zalameña tendrá su puto más incierto, en cuanto al riesgo de precipitaciones, el Miércoles Santo.La situación vendrá marcada por la presencia de un núcleo de aire frío en las capas medias de la atmósfera, por lo que el tiempo será muy variable, alternando periodos de pocas nubes con otros de mayor nubosidad y acompañados de chubascos ocasionales. Los meteorólogos están alertando a las cofradías para indicarles las dificultades que se están encontrando para hacer pronósticos seguros, pero con la llegada de la primavera el tiempo se hace imprevisible y en pequeñas franjas de tiempo todo cambia. Según los pronósticos las probabilidades de agua para el Miércoles Santo son del 65%, y por el contrario, para el Jueves Santo dan un 20%. Por estas cifras podemos deducir que el porcentaje del miércoles anuncia agua, pero viendo los pronósticos para el jueves y sabiendo que las lluvias, por norma, afectan a Zalamea casi 12 horas antes que las estimaciones, puede que la procesión del miércoles tarde no tenga problemas para salir del templo. Son cávalas que se pueden hacer según los mapas meteorológicos, pero seguramente no acertemos hasta el último momento, cuando miremos al cielo y veamos de donde viene el viento. Las probabilidades de lluvia seguirán bajando el viernes con un 15% de riesgo, prácticamente nada.
Las temperaturas serán las habituales del inicio de la primavera, con un ligero descenso al inicio y a mediados de la semana. Las temperaturas máximas rondarán entre los 20 y 17 grados, y las mínimas entre los 8 y 6 grados. El viento soplará flojo a moderado, en general, y variado de dirección, predominando la componente Noroeste.
