En el pasado mes de
Diciembre se empezó a construir, el la aldea vecina de
El Villar, una
parada de autobuses en la entrada de la pedanía. Antes de que llegaran las fiestas navideñas se empezó a cometer los cimientos de la base. Con gran premura se levantó el asiento y la rampa donde iría ubicada la
cabina protectora. Los niños que cogen el autobús todas las mañanas desde su aldea hasta
Zalamea, se fueron contentos de vacaciones pensando que cuando volvieran en Enero, tendrían una parada que los refugiara en las mañanas de la lluvia y del frío mientras esperaban el medio de transporte. Hasta aquí todo normal, pero
los padres reunidos con los demás habitantes de la aldea, acordaron denegar tal sitio como zona de parada de autobuses, argumentando que el lugar más indicado sería en la carretera, junto a la casilla de la luz. Donde el autobús tendría más capacidad de maniobra y serviría de enlace con una futura línea de transporte con Calañas.
Diciembre, Enero, Febrero, Marzo, Abril…… la cabina, como recoge la foto no se ha colocado, y llover ha llovido. Tampoco el
Ayuntamiento ha realizado obras para acometer un nuevo apeadero de autobuses donde los habitantes de la aldea lo han solicitado. A todo esto, a los niños les queda muy poco para acabar su
curso escolar, y se quedarán pensando este año que sentido tiene ese pedestal de hormigón, desde donde esperan su autobús escolar.