Anfitriona matriz, remanso de Canta Ranas, saludable, pacífica e irrigadora constante del peregrino. Parcamente te mantienes en el tiempo rememorando eventos gloriosos y mágicos. Digno bálsamo en la flor de una princesa, de donde fluyó la vida inmortal de las leyendas. De tus puras aguas brotó un pueblo, regado por el apacible y sano manantial de tu corazón enterrado. Ese fue tu legado en manos de un rey agradecido. Pero lejos de caer en vanaglorias y presunciones, fuiste un caudal generoso y constante en épocas de estío y penurias. Momentos de baldear tu tierra, tu gente y abastecer un pueblo de la que tú te sentías con la obligación de mantener y criar. En la senda del tiempo has ido envejeciendo en el abandono y el descuido de lo incomprensible, pero desde lo más profundo de tu alma, esencia de vida, sigue fluyendo la esencia de tu constante proveer. Te dan el papel ornamental en el pórtico de tu pueblo, porque tus aguas fueron desaprobadas. Pero lejos de ahogarte en tus penas, reluces vetusta y encantadora. Convives con tu vecina ciega, a la que lejos de rechazarla, la proteges y la animas con el susurro cómplice de tu chorro. Porque si de algo te sientes orgullosa, es de compartir el nombre de la calle…..Las Fuentes. |