Dando un paseo por Sevilla para expansionar el espíritu, subía por La Avenida observando a los turistas cuando de pronto en las gradas de la Catedral observé junto al grupo de mineros de Aznalcollar, que se encuentran en ésta encerrados para reivindicar lo que les fue prometido en su momento, unas caras que me eran familiares y que por lógica no las ubicaba junto a estos señores. La verdad es que me dio alegría porque aunque no son gente de mi edad son zalameños y eso aunque sea a un kilómetro de casa siempre da alegría. Me acerqué a ellos y compartimos conversación durante un ratillo, entonces supe su por qué de estar en aquel lugar, estaban apoyando moral y físicamente a los mineros de Aznalcollar, algo que, la verdad sea dicha, me recordaba las sentadas en la puerta del Ayuntamiento hace ya algunos años, cuando sonaba en Zalamea la frase “ya la mina es de los mineros”, que incluso nos costó la no celebración de la Feria. No sé si en aquellos momentos se contó con el apoyo solidario de la comunidad de mineros de otras latitudes, pero si que me ha llenado de orgullo que antiguos mineros de Zalamea hayan tenido el gesto de apoyo con estos compañeros de fatigas en la reivindicación de sus derechos desplazándose desde nuestro pueblo.
Pastor, Sevilla y Octubre del 2007