martes, 10 de febrero de 2015

¿ Te adaptas ? o… ¿ se adaptan ?

Es inevitable que a lo largo de nuestra vida no hayamos tenido que superar algún suceso doloroso. Da igual la magnitud de la situación siempre y cuando nos haya provocado momentos de malestar, agobio, estrés, malos pensamientos, etc. 

Todos nosotros, ya seamos jóvenes o mayores, hemos tenido que sacar nuestras armas de afrontamiento para salir lo menos escardados de ellas. Claro está que doy por hecho que hemos sido capaces de salir y de aprender en positivo como consecuencia de todo lo pasado pero es que también existe la posibilidad de quedarnos encerrados en algo que no nos ayuda a avanzar.
Hoy vamos a hablar un poquito de algo que por lo menos yo suelo escuchar mucho, la Resiliencia. No sé si os habrán preguntado alguna vez sí sois resilientes pero si no os suena de nada, os lo explico brevemente para que os podáis contestar a vosotros mismos si lo sois o no.

La Resiliencia es la capacidad del ser humano para adaptarse a situaciones adversas e inclusive como resultado, salir fortalecido del conflicto que se ha producido. 

Así a simple vista, parece fácil o habremos pensado…”si si, sí que lo soy” porque simplemente he sabido salir de un problema evitándolo o haciendo a otra persona responsable de él. Pero no consiste en eso, ya que no trata de escaparse de las situaciones negativas, sino de pasar por encima de ellas, afrontándolas con una actitud positiva, aprendiendo de la derrota y transformándola en oportunidades de futuro. 

Ya aquí el grupo de personas se reduciría muchísimo por qué ser positivo requiere mucho más esfuerzo y más energía que ser negativo. Genéticamente venimos preparados para qué nuestro organismo se ponga en alerta ante cualquier situación que para nosotros sea peligrosa. De esta manera utilizamos los mecanismos de escaque o evitación para poder sobrevivir, solemos escapar cuando ya nos vemos envueltos o directamente lo evitamos y ni intentamos superarlo, de ahí la expresión escape-evitación que aunque parezcan lo mismo, no lo es.

Ahora si eres capaz de pensar en ti y sólo en ti, mírate desde fuera, de una manera objetiva, sin dejarte llevar por lo que te conviene o no te conviene, me gustaría que os dijerais a vosotros mismos quienes sois a la hora de afrontar esos malos momentos, ¿personas que os adaptáis a los inconvenientes o personas que intentan que los demás se adapten a vuestro malestar o a lo que os rodea para qué os faciliten la vida? Es decir, ¿pedís a los demás que sean ellos los que arreglen vuestros problemas para así evitar pasarlo mal? 

Este es uno de los mayores problemas que existe en el ser humano, por el que una y otra vez volvemos a tropezar en la misma piedra. Intentamos solucionar un problema escapando o evitándolo pero sabemos que debe ser solucionado, por lo que buscamos a alguien que se haga responsable de él, manipulándolo de tal forma que no se dé cuenta de qué es, lo que queremos conseguir. Sobrevivir sin sentir dolor es nuestro mayor objetivo, da igual el aprendizaje, los valores, los ideales, no importa nada si a cambio consigo librarme de ello.

¿Qué pasará si se me vuelve a cruzar otro problema? Que utilizaré el mismo mecanismo, es decir, evitaré ese momento refugiándome en otra persona para que sea ella la que me vuelva a salvar la vida. Aquí ya estamos reforzando dos trastornos, uno que es el de evitación y otro el de dependencia emocional hacía otra persona. Estos dos síntomas como en este caso, en la mayoría de veces van unidos de la mano y todo ello porque no tenemos las habilidades suficientes para afrontar dichas situaciones. 

Si volvemos a escapar de los problemas, volvemos a perder un aprendizaje que por muy costoso que sea, doloroso o cómo lo queráis llamar es muy muy necesario para poder afrontar los obstáculos que nos van a surgir hasta el día que nos vayamos de aquí. Es como intentar una y otra vez desenroscar los tornillos de una rueda de un coche sin tener la herramienta adecuada, terminando siempre por pedirle  a otra persona que sea ella la que nos la quite porque me da pereza ir a comprar yo esa herramienta que me hace falta. No nos damos cuenta, de que realmente el que sale perdiendo somos nosotros, nadie más. 

Otro concepto muy importante a tener en cuenta es la flexibilidad, que está relacionada también con la Resiliencia. Debemos saber que la sociedad y el mundo está ahí, pero está ahí de forma constante, qué es imposible perseguir la meta o el objetivo de que la vida se adapte a mí, que todas las personas se acomoden a lo que yo quiero o me gusta, es impensable que yo vaya a ser siempre el mismo porque si eso acaba sucediendo serás la persona más infeliz de la Tierra.

Piensa en las hojas de los árboles ¿a qué se mueven con el viento? Imagina en las ramas de un naranjo… ¿a qué se retuercen y se adaptan si se encuentran algo por su camino, tirando de ese modo hacia otra dirección? ¿Cuantos árboles vemos torcidos por qué si siguen creciendo hacía arriba se chocarían con el tejado de aquella casa?   Pues nosotros somos esas hojas, esas ramas del naranjo, tenemos que adaptarnos a las circunstancias para no lastimarnos más aún. El mundo que nos rodea seguirá siendo siempre el mismo, pero si nosotros cambiamos…recuerda esa frase, cambiamos también nuestro mundo qué es realmente el que nos debería de interesar de verdad y de manera única. 

Si aún no lo ves claro,  prueba a coger una rama seca del suelo  sujétala con el dedo índice y pulgar por cada una de sus puntas y ahora dale fuerte por la mitad con otro palo seco que te encuentres, ¿qué pasará? seguro que se partirá, pues ahora prueba con una rama verde, y dale con otra rama verde de la misma manera que os he pedido antes, ¿qué pasará? Posiblemente se doble pero no llegará a partirse, es decir, se han adaptado la una a la otra. Pues nosotros tenemos que intentar ser esa rama verde porque aún sigue viva, aún va a seguir creciendo si le echamos abono (esto sería el aprendizaje adquirido a lo largo de nuestra vida), e intenta no convertirte en esa rama ya seca, sin vida, que ya no tiene solución.

La mejor forma de vivir feliz, es adaptarte a lo que te suceda de la mejor manera posible.

Por lo que entrena tu independencia, tu autoconfianza, motívate con nuevas metas y llega hasta ellas a pesar de todos los inconvenientes que te surjan porque gracias a los malos momentos y a los errores sabemos lo que sabemos y podemos utilizar nuestros conocimientos la próxima vez que me suceda algo sin la necesidad de tener que empezar siempre desde 0.
Todo esto es por ti, por nadie más.

Aquí os dejo un enlace de otro artículo colgado en mi página web, dónde podréis leer algo más sobre este tema y los miedos. Al final tenéis un video muy gracioso dónde se aprecia que por mucho que te escondas de tus problemas, siempre acabarán alcanzándote. 


Un saludo a todos, Patri @Psicologa_Patri

No hay comentarios:

Publicar un comentario