Tras la ofrenda de flores a la Divina Pastora la caravana de peregrinos comenzó su camino hacia El Rocío. Dejando atrás las Crucecitas los rocieros llegaron hasta el Pilar Nuevo donde los peregrinos que hacían por primera vez su camino fueron bautizados tal y como manda la tradición. Después de esto y como no podía ser de otra manera, unas sevillanas animaban aún más el ánimo de los peregrinos.
Tras los cantes, se continuaba con el camino que avanzaba hacia la aldea de El Membrillo donde se realizó otra parada en la que un tapeo daba fuerzas para seguir caminando.
La próxima parada que se realizaría fue el las cercanías de la aldea de El Pozuelo donde se celebró el almuerzo. Después de este más sones de guitarras y palmas y unos bailes seguían dotando a este día una alegría que ni el poco agua que caía era capaz de empañar.
Seguidamente se continuaba el camino que volvía a detenerse en la aldea de El Pozuelo donde dentro de la iglesia se rezó y se cantó una salve.
Posterior a esto se seguía avanzando buscando ya el último destino, Valverde del Camino, donde una representación de la Hermandad encabezada por su Presidente y su Hermano Mayor esperaban a que la comitiva zalameña llegase.
Muchos cohetes y cante por sevillanas hacían que la gente que allí esperaba se uniesen también a la fiesta.
A la llegada y delante del simpecado se cantaron unas muy sentidas sevillanas y la salve rociera para luego pasar al salón de la Casa de la Hermandad para compartir una cena.
Y ahí acabó el primer día de camino de la Asociación Rociera de Zalamea que hace noche en Valverde para incorporarse en los sucesivos días junto a esta Hermandad.
Tras los cantes, se continuaba con el camino que avanzaba hacia la aldea de El Membrillo donde se realizó otra parada en la que un tapeo daba fuerzas para seguir caminando.
La próxima parada que se realizaría fue el las cercanías de la aldea de El Pozuelo donde se celebró el almuerzo. Después de este más sones de guitarras y palmas y unos bailes seguían dotando a este día una alegría que ni el poco agua que caía era capaz de empañar.
Seguidamente se continuaba el camino que volvía a detenerse en la aldea de El Pozuelo donde dentro de la iglesia se rezó y se cantó una salve.
Posterior a esto se seguía avanzando buscando ya el último destino, Valverde del Camino, donde una representación de la Hermandad encabezada por su Presidente y su Hermano Mayor esperaban a que la comitiva zalameña llegase.
Muchos cohetes y cante por sevillanas hacían que la gente que allí esperaba se uniesen también a la fiesta.
A la llegada y delante del simpecado se cantaron unas muy sentidas sevillanas y la salve rociera para luego pasar al salón de la Casa de la Hermandad para compartir una cena.
Y ahí acabó el primer día de camino de la Asociación Rociera de Zalamea que hace noche en Valverde para incorporarse en los sucesivos días junto a esta Hermandad.
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